¿Qué tan bueno es la culpa?

por Sarah Best, LMSW

Marjan Apostolovic/Shutterstock
Fuente: Marjan Apostolovic / Shutterstock

Como madre trabajadora, he logrado mi parte de culpabilidad. Si me sentía culpable cuando me perdí una excursión debido a una reunión importante o cuando me perdí un evento de trabajo debido a la cita de un pediatra, estoy familiarizado con la sensación de que algo que hice no estaba del todo bien. Pero no estoy solo sintiéndome así: la culpa es una emoción universal con la que todos luchamos de vez en cuando.

¿Qué es la culpa?
La culpa es una respuesta emocional que sentimos cuando algo que hacemos o pensamos va en contra de la forma en que pensamos que deberían ser las cosas. Por ejemplo, una madre que se siente culpable cuando deja a su hijo con una niñera podría estar operando bajo la suposición de que una "buena" mamá siempre está con sus hijos y satisface todas sus necesidades.

¿La culpa es mala?
No hay tal cosa como un sentimiento bueno o malo. Las emociones como la culpa viven en la parte más primitiva de nuestro cerebro, la que ha estado más tiempo y ha evolucionado para ayudarnos a tomar decisiones para estar seguros en el mundo. El problema es que este sistema operativo emocional no es del todo apropiado para funcionar en el mundo de hoy.

Cuando se trata de evaluar la culpa en el mundo moderno, son las creencias subyacentes las que importan. Si un sentimiento de culpa proviene de una creencia que es realista y te ayuda a avanzar hacia tus metas en la vida, puede ser increíblemente útil.

Digamos que estás teniendo una relación coqueta con un colega que siente que está empujando los límites de lo que consideras aceptable. En ese caso, la culpa puede ser útil. Puede ser una señal de que su comportamiento no está funcionando para usted y puede ayudarlo a avanzar.

El problema es que la mayoría de nosotros vivimos con muchas capas de creencias diferentes, algunas de las cuales son contradictorias o no racionales. En cierto nivel, puedes creer que eres humano y te permiten cometer errores. Pero en otro nivel, también puede sentir que debe ser perfecto y nunca decepcionar a nadie. Eso, por supuesto, es un estándar imposible. Cuando la culpa es alimentada por creencias irracionales, solo te hace ser más duro contigo mismo de lo que ya eres. Y eso no ayuda a nadie.

¿Cómo puedo saber si mi culpa me está lastimando o ayudándome?
Al igual que otras emociones difíciles, la culpa es incómoda de sentir y abordar. Y no hay una sola estrategia para hacer que la dificultad desaparezca. Se necesita curiosidad y compromiso para examinar las creencias que alimentan su culpabilidad y decidir si realmente tienen sentido para usted.

Si la tensión sexual con tu colega te molesta porque estás en una relación comprometida y monógama, o si tu sistema de valores dice que las relaciones personales no pertenecen a la oficina, tu culpa puede ayudarte a tomar una decisión que será buena para tú.

Por otro lado, si la culpa que sientes se basa en alguna creencia insostenible de que debes ser perfecto todo el tiempo, entonces probablemente te devorará sin ayudarte a decidir cómo es mejor para ti manejar una situación dada.

¿Cómo puedo dejar de sentirme culpable?
La investigación muestra que abordar una emoción directamente es mucho más efectivo que simplemente ignorarlo. En realidad, reflexionar sobre lo que estás sintiendo será mucho más útil que poner una nota en tu espejo que diga: "¡Suelta la culpa hoy!"

Así que examine las ideas que subyacen a su culpa y considere si tienen sentido para usted. Por ejemplo, pregúntese: "¿Esta idea de cómo debería ser en el mundo tendría sentido para alguien que se preocupa por mí? ¿Espero que otras personas cumplan con este mismo estándar o solo me lo estoy aplicando?

Cuando puedes pensar en la culpa como simplemente información sobre cómo ves el mundo y tu papel en él, puede ser mucho menos aterrador que sentir la emoción sin tener esa comprensión.

¿Cómo puedo saber si mi culpa es parte de un problema de salud mental más grande?
La culpa extrema puede asociarse con trastornos de salud mental como la ansiedad y la depresión. Una señal reveladora de que las emociones que está sintiendo pueden ser un síntoma de un trastorno más grave es si una emoción (culpabilidad u otra cosa) le impide disfrutar de su vida y cumplir con sus responsabilidades. Si cada experiencia que tiene se filtra a través del lente de la culpa constante, eso es una señal de que se beneficiaría de la ayuda profesional.

Un terapeuta puede ayudar a determinar si sus sentimientos están relacionados con un estado de ánimo subyacente o un trastorno de ansiedad. Muchas técnicas de terapia, incluida la terapia cognitivo-conductual, la terapia interpersonal y la psicoterapia psicodinámica, son efectivas para tratar estos problemas.

Probablemente aún tendrás problemas de culpabilidad de vez en cuando, pero está bien. Todos lo hacemos. Es imposible eliminar la culpa por completo, y cuando te ayuda a tomar buenas decisiones, ¡no querrías! Pero aprender a evaluar y desafiar formas inútiles de culpabilidad te libera para vivir una vida más feliz y satisfactoria.