¿Qué hace que algo sea bello?

La realización del placer estético.

El término estética se define como la percepción, interpretación y apreciación de la belleza (Shimamura y Palmer, 2014). En presencia de cosas hermosas, sentimos una amplia gama de emociones, como fascinación, admiración, sentimientos de trascendencia, admiración y admiración. La experiencia de las emociones estéticas puede ocurrir cuando una persona percibe y evalúa un estímulo por su atractivo o virtudes hermosas. Las emociones estéticas se experimentan a través de la visión, la audición, el tacto, el gusto, el olfato y el procesamiento cognitivo en respuesta a estímulos respetados. La estética juega un papel central en el diseño, los productos de consumo, la comida, el atractivo físico, la música y la naturaleza.

Los académicos han identificado algunas de las características clave de la apreciación estética de las experiencias de la vida cotidiana (Schindler et al 2017).

1. La belleza es el valor máximo. La belleza es algo que perseguimos por su propio bien. La atención se centra en el placer que surge del acto de hacer algo en lugar de lograr un objetivo final. Por ejemplo, para un chef exitoso hornear un pastel puede traer placer al proceso. El acto de comer la torta es un tipo diferente de placer (satisfacer un antojo). Sin embargo, es difícil separar el contenido de una obra de arte de su forma. El sabor del café no se puede separar de su aroma. Lo que es bello parece interesante, bueno y utilizable.

2. Estar completamente absorto. La experiencia estética es similar al concepto de flujo (Csíkszentmihályi, 1990). Durante este estado de ánimo, las personas se sumergen intensamente en lo que están haciendo, con una fuerte participación en el proceso de la actividad. Durante la experiencia estética, las personas están fuertemente enfocadas y fascinadas con un objeto particular. Por ejemplo, la absorción puede ocurrir cuando una persona está viendo películas, leyendo novelas o escuchando música.

3. La belleza en la simplicidad. El placer estético es una función de la facilidad de procesamiento del perceptor (Reber, et al. 2004). La gente prefiere cosas que son fáciles de pensar. Cuanto más fácil sea el perceptor para procesar un objeto, más agradable será su experiencia. Por ejemplo, cuando una idea compleja se presenta de una manera accesible, crea una experiencia particularmente fuerte de placer estético. El poder de la fluidez es similar a la idea de “la navaja de afeitar de Occam” para buscar las explicaciones más simples.

4. La belleza en el ojo del espectador. Las emociones estéticas están influenciadas por el juicio estético. Saber es ver. Es decir, aplicamos nuestro conocimiento del mundo para interpretar lo que vemos. Esta visión subjetivista, reflejada en expresiones como el gusto, no puede ser debatida. Las personas no están de acuerdo en gran parte de lo que les parece bello, feo o estéticamente conmovedor. Por ejemplo, puede que te guste Bach, pero a tu amigo le gustan los Rolling Stones. Sin embargo, las investigaciones sugieren que el espectador puede estar cambiando constantemente (Yang y Leonard, 2014). Por ejemplo, la gente solía preferir un hombre bien afeitado. Pero, ahora los hombres con barbas son la corriente principal. Nuestros juicios de belleza pueden cambiar con el tiempo en respuesta a los medios de comunicación y la cultura popular.

5. Recompensa de ritmo. La recompensa por estimulación significa reducir la estimulación deliberadamente y mantenerla permanentemente en el nivel más bajo de rendimiento creciente. En ese nivel, cada incremento adicional de estimulación proporciona una satisfacción creciente. Esto significa no maximizar el consumo, sino mantenerlos bajo control, controlarlo (una vida consciente). Por ejemplo, uno puede devorar una comida preparada con amor, o puede tomar tiempo y saborear cada bocado con atención.

El poder de la estética cotidiana se puede utilizar para mejorar la calidad de vida. Esto significa apreciar las actividades mundanas en nuestra vida cotidiana como algo extraordinario para mejorar las experiencias estéticas. El placer estético difiere de los placeres físicos (bebidas, pornografía o juegos). Nos cansamos menos de las obras de arte de una sola vez que de la mayoría de los placeres que consumimos físicamente. Desde esta perspectiva, una vida interesante o feliz también podría considerarse como una “obra de arte” creativa.

Referencias

Csikszentmihalyi, M. (1990). Fluir. Nueva York: Harper y Row.

Reber, R., Schwarz, N. y Winkielman, P. (2004). La fluidez de procesamiento y el placer estético: ¿es la belleza en la experiencia de procesamiento del perceptor? Personalidad y revisión de la psicología social, 8, 364-382.

Schindler I, Hosoya G, Menninghaus W, Beermann U, Wagner V, Eid M, Scherer KR. (2017), Midiendo las emociones estéticas: una revisión de la literatura y una nueva herramienta de evaluación, PLoS One. 5; 12 (6): e0178899.

Haiyang Yang y Leonard Lee (2014), “Instantáneamente más caliente: la revisión dinámica de los estándares de evaluación de belleza”, en NA – Avances en Consumer Research Volume 42, eds. June Cotte y Stacy Wood, Duluth, MN: Association for Consumer Research, páginas: 744-745.

Saito, Yuriko (2014), “Everyday Aesthetics”, en Encyclopedia of Aesthetics, Michael Kelly (ed.), Segunda edición, Oxford: Oxford University Press, segundo vol. pp. 525–529.

Shimamura, AP, y Palmer, S. (Eds.). (2012). Ciencia estética: conectando mentes, cerebros y experiencia. Nueva York, NY: Oxford University Press.