Quiero lo que quieres

Nosotros, los seres humanos, parecemos realmente tomar las cosas después cuando a alguien más también le gusta.

En un patio de la escuela, un patio de juegos o en su propia sala de estar, los niños a menudo persiguen el mismo juguete. Esto a pesar de muchos otros juguetes (aparentemente igualmente atractivos) que se ofrecen justo al lado del que se disputa.

Por supuesto, los niños no son los únicos que tienen el mismo objetivo en mente cuando ven que otros se interesan por algo. En serio, ¿qué pasó con la locura de "Tickle Me Elmo" a fines de la década de 1990? ¿O los "Furbys" de hace algunos años?

¿Qué es lo que hace que algo sea un artículo caliente? Resulta que tal vez no es tanto el elemento en sí como lo que otros piensan de él. Esto proviene de Mael Lebreton y sus colegas en París, Francia, quienes recientemente publicaron un estudio en el Journal of Neuroscience que abordó esto.

Usaron objetos como comida, juguetes, ropa y herramientas y los pusieron en pares para que las personas pudieran elegir. La única diferencia entre los pares era el color del objeto. Los participantes de entre 20 y 39 años vieron videos de otras personas buscando y eligiendo uno de los objetos.

En diferentes partes del estudio, se les preguntó a los participantes cuánto les gustaba, les gustaría usar o les gustaría adquirir cada objeto. Durante algunos experimentos, se utilizó la resonancia magnética funcional (fMRI) para determinar la actividad cerebral durante las respuestas.

Los resultados mostraron un vínculo claro entre ver a otra persona tomar una acción para elegir un objeto y la deseabilidad general del objeto. En otras palabras, cuando ves a alguien buscar algo, lo quieres también. Este resultado fue similar independientemente del tipo o color del objeto y fue equivalente para hombres y mujeres.

En general, los estudios de imágenes muestran un vínculo interactivo entre el sistema de neuronas espejo (esas neuronas en los lóbulos parietales y la corteza motora que están activas cuando ambos hacemos una acción o vemos las acciones de otros) y nuestro sistema motivacional (a veces llamado evaluación cerebral) sistema). Esto podría indicar la forma en que observar las acciones de otros puede ayudar a impresionar los valores de las personas.

Al igual que todas estas investigaciones, aún no está claro hasta qué punto este concepto se extiende a comportamientos reales y elecciones reales. Pero es tentador especular que estas valoraciones y decisiones "subliminales" están en curso en muchas cosas que hacemos y vemos a diario.

Al igual que en la publicidad.

O tal vez incluso en grandes obras de literatura. Como Las aventuras de Tom Sawyer, escrito por Mark Twain.

Me pregunto si Twain tenía esto en mente cuando escribió sobre Tom Sawyer haciendo que sus amigos pintaran esa cerca para él. Tom lo hace parecer tan deseable que incluso consigue que le paguen por el privilegio de pintar la valla de la tía Polly.

Es posible que Mark Twain no haya tenido acceso a la neuroimagen funcional en 1876 (aunque esa sería una buena historia de steampunk), pero sin duda entendía la naturaleza humana.

© E. Paul Zehr (2012)