¿Quién está realmente a cargo cuando tomamos decisiones?

" Llegamos a la verdad, no solo por la razón, sino también por el corazón ". -Blaise Pascal

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Fuente: Por Juniorcosta124 (Trabajo propio) [CC BY-SA 4.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)], a través de Wikimedia Commons

¿Cómo tomamos decisiones?

Las decisiones individuales se entienden mejor como las interacciones entre la reflexión y la emoción (Haidt, 2006). Cuando estamos tranquilos, el lento pensamiento racional guía nuestras decisiones. El sistema emocional actúa espontáneamente sin consideración por las consecuencias más amplias de la acción. El sistema reflexivo es claramente el adulto en este par, y su trabajo es monitorear y corregir el impulso de la emoción. Por ejemplo, nuestra mente emocional quiere pedir postre y fumar un cigarrillo, y nuestro cerebro reflexivo sabe que debemos resistir la tentación y dejar de fumar. La decisión final está determinada por las fortalezas relativas de estos dos sistemas.

La fuerza de la emoción

Aunque las interacciones se dan en ambas direcciones, la emoción parece jugar un papel dominante en la toma de decisiones (Schore, 2012). Cualquiera que haya sido puesto frente a unas galletas recién horneadas y que se haya encontrado comiendo sin haber hecho ningún reflejo puede apreciar este impulso. Esto es así porque las conexiones de los sistemas emocionales a los sistemas reflexivos son más fuertes que las de los sistemas reflexivos a los sistemas emocionales. Según LeDoux (2015), aunque el control consciente sobre las emociones es débil, las emociones pueden inundar la conciencia. Esto explica por qué es más fácil para la información emocional abrumar nuestro pensamiento consciente que para nosotros obtener control consciente sobre nuestras emociones.

El cebado automático es un buen ejemplo de la primacía de la emoción. Por ejemplo, un estudio (North, et al., 1999) expuso a los clientes en una sección de bebidas de un supermercado a la música francesa o la música alemana. Los resultados mostraron que el vino francés vendía más que el vino alemán cuando se tocaba música francesa, mientras que el vino alemán vendía más que el vino francés cuando se tocaba la música alemana. Sin embargo, la mayoría de los clientes negaron que ese tipo de música influyera en su elección de vino.

Extraños a nosotros mismos

La mayor parte de nuestra vida mental y nuestra conducta están conformadas por fuerzas más allá de nuestro control consciente. Estos pensamientos privados también son fuentes de malentendidos entre las personas. Una implicación importante de la motivación inconsciente es el reconocimiento de que todos somos, en cierto modo, extraños a nosotros mismos. De hecho, cuando nos autoexaminamos, rutinariamente nos engañamos a nosotros mismos, porque solo recurrimos a una pequeña fracción de lo que está pasando en nuestra cabeza. Sabes mucho menos de ti mismo de lo que crees que haces. Esto explica por qué a veces no sabemos realmente por qué queremos lo que queremos. De eso es de lo que se trata mucho el asesoramiento matrimonial.

Creación de sentido

Los psicólogos sociales argumentan que, en general, las personas son completamente ignorantes de sus motivaciones y que la conciencia de lo que los motiva a actuar es una fabricación (historias inventadas) (Kiverstein, 2012). Al resolver un problema, la mente de razonamiento a menudo llena la información de una manera bastante ciega sin discernimiento o autoconciencia. Por ejemplo, un deseo de voluntariado puede enmascarar el deseo de ser reconocido como especial.

Las consecuencias de la ignorancia emocional

Esta falta de conciencia compromete la libertad psicológica y perpetúa el comportamiento autodestructivo. Por ejemplo, la ansiedad y la depresión pueden inducir emociones negativas, que a menudo conducen a la adicción. Las personas con este tipo de problemas, que abandonaron con éxito sus "malos hábitos" (abuso de alcohol y comer en exceso), a menudo encuentran un "hábito" diferente que reemplaza al anterior. Intentamos silenciar nuestras emociones dolorosas, pero si logramos no sentir nada, perdemos el único medio que tenemos para saber lo que sufrimos y por qué (Grosz, 2013).

Cavar más profundo

Para descubrir la esencia de un comportamiento particular (como la adicción y el comer en exceso), necesitamos profundizar, como el arqueólogo en sus excavaciones, para iluminar los procesos mentales entre un estímulo y la respuesta del individuo a él (Panksepp y Biven, 2012) . Cuanto más profundizamos en nuestro cerebro emocional, más entendemos nuestro origen mental y los orígenes de enfermedades mentales como la adicción. Los problemas se resuelven mejor cuando se los saca de la oscuridad. En palabras del noble laureado Eric Kandel (2012), para descubrir la verdad sobre el comportamiento, debemos mirar debajo de la apariencia superficial de las cosas.

Libertad emocional

La conciencia emocional proporciona una idea del funcionamiento de la mente, la irracionalidad de la naturaleza humana y la naturaleza de las decisiones que las personas tan a menudo hacen que tienen una relación mixta con su propia felicidad. Al ser más conscientes de nuestros deseos inconscientes, nos sentimos más libres que víctimas. Spinoza una vez comentó que "La emoción que está sufriendo, deja de sufrir tan pronto como formamos una imagen clara y precisa de ella".