Saluda a tu yo futuro

Imaginar su futuro yo puede reducir las opciones arriesgadas

Cada año, aproximadamente 7 millones de personas en todo el mundo mueren por las consecuencias del consumo de tabaco. Eso es tanto como toda la población de Bulgaria. Fumar tiene una larga lista de consecuencias negativas para la salud, y mientras la venta de cigarrillos ha disminuido desde su punto máximo en la segunda mitad del siglo XX, uno de cada tres adultos sigue fumando. Lo más probable es que usted, querido lector, usted también sea fumador.

geralt / pixabay

¿Eres lo suficientemente valiente como para enfrentarte a tu futuro yo?

Fuente: geralt / pixabay

¿Cómo podemos explicar estos números exorbitantes? ¿La gente no es consciente de la peligrosa amenaza para la salud que representa el tabaco? Si bien la negación puede desempeñar un papel, es poco probable que la mera desinformación sea la razón. Las campañas contra el hábito de fumar continúan aumentando, y con las cajetillas de cigarrillos que contienen advertencias impresas como “fumar mata”, es difícil ignorar el hecho de que los cigarrillos simplemente no son buenos para usted.

La razón por la que millones de personas eligen inhalar humos tóxicos todos los días, en contra de su mejor conocimiento, es la fuerte tentación de las recompensas instantáneas, como los efectos relajantes de la nicotina o la aceptación social de sus compañeros. El impulso humano para la gratificación inmediata y los desafíos que esto impone a nuestro autocontrol son factores poderosos que afectan nuestras decisiones. Si bien los pequeños trucos pueden ayudarnos a superar el impulso emocional de las tentadoras recompensas, el éxito a largo plazo de abstenerse de los hábitos negativos depende fundamentalmente de nuestro nivel de orientación hacia el futuro, es decir, en qué medida consideramos los resultados futuros.

Estrategias tradicionales para impulsar la orientación al futuro.

El logro de objetivos a largo plazo ha sido un tema de mucha investigación en las últimas décadas, y los psicólogos recomiendan dos estrategias principales para aumentar la orientación hacia el futuro.

1. Herramientas de compromiso.

La primera estrategia se refiere al uso de herramientas de compromiso, que pueden ayudar a formalizar su objetivo y proporcionar incentivos externos para la mejora. Una persona que intenta ser más activa, por ejemplo, puede comprar un rastreador de ejercicios, que castiga la inactividad con mensajes y advertencias severos. Del mismo modo, alguien que pretende reducir un tamaño podría probar un programa de pérdida de peso, que recompensa los logros durante el pesaje semanal. Los empleados jóvenes pueden inscribirse en planes de jubilación que impliquen transferencias bancarias automáticas de pagos regulares hacia sus ahorros. Finalmente, los fumadores podrían ingresar a programas estrictos de cesación que incentiven a dejar de fumar con efectivo real.

Si bien estas herramientas de compromiso han demostrado ser exitosas en muchos casos, también comparten una desventaja importante: la mayoría de estas herramientas solo funcionan mientras están en su lugar, y es probable que los participantes recaigan en viejos hábitos cuando se eliminan los incentivos externos. Además, las personas son sorprendentemente astutas cuando se trata de engañar a sus herramientas de compromiso. De hecho, hay una gran comunidad en línea que comparte consejos para burlarse de su Fitbit. Y si eres culpable de conectar rastreadores de ejercicios a mezcladores eléctricos, sabrás exactamente de qué estoy hablando.

2. Información sobre futuras recompensas.

Parece que una motivación intrínseca y autoimpulsada conduce a resultados más sostenibles a largo plazo. Para esto, los psicólogos recomiendan resaltar y explicar el valor de futuras recompensas y resultados. Puede ser difícil captar los efectos abstractos a largo plazo de la inactividad, el exceso de comida, el exceso de gastos o el hábito de fumar, y muchas personas simplemente no comprenden los beneficios futuros de llevar un estilo de vida más saludable y resistir las tentaciones. Por eso es tan importante buscar activamente información sobre las consecuencias de ciertos comportamientos. Por ejemplo, aunque la mayoría de las personas son conscientes de que la inactividad física aumenta el riesgo de obesidad y diabetes, comparativamente, menos personas se dan cuenta de que también puede afectar su salud mental. Sin embargo, si bien el valor de la información completa es innegable, la mera comunicación de los riesgos para la salud puede no ser suficiente. Las campañas antitabaco difunden mensajes cada vez más desalentadores, por ejemplo, mostrando imágenes desagradables de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar en los cartones de cigarrillos. Sin embargo, una proporción preocupantemente grande de la población continúa consumiendo tabaco regularmente.

Conecta con tu futuro yo

Lo que parece faltar en muchas campañas de información es el elemento personal. La investigación realizada por Daniel Goldstein y sus colegas indica que muchas personas se caracterizan por una falta de continuidad o una falta de conexión psicológica con el yo futuro. Los casos extremos pueden incluir personas que piensan en su futuro como individuos completamente diferentes, y no es sorprendente que a esas personas les importen poco los riesgos de comportamiento a largo plazo.

Pero, ¿cómo abordar esta peligrosa desconexión entre el presente y el futuro? La respuesta es sorprendentemente simple: imagina tu futuro personal. Si bien puedes avivar la imaginación con la ayuda de la meditación yóguica, hay una gama de herramientas más tangibles para ayudarte a lograrlo. Por ejemplo, un número cada vez mayor de sitios web le permite calcular sus propias puntuaciones de riesgo para desarrollar diabetes, enfermedades cardíacas o cáncer. Algunos sitios web incluso le permiten calcular la expectativa de vida en general, dada su participación actual en conductas de riesgo. ¡Poner un número concreto a su probabilidad personal de enfermarse o morir puede presentar un poderoso llamado de atención!

Volviendo al tema inicial de fumar, hay una herramienta particular que podría ayudar a su imaginación. La información visual suele ser mucho más fácil de comprender que las puntuaciones de riesgo abstractas, y muchas aplicaciones en línea se basan en este hecho al simular las consecuencias del consumo de tabaco en la apariencia de las personas. Al cargar un reciente disparo en tu cabeza a “smokerface” (o una aplicación similar), puedes visualizar los efectos terroríficos de fumar. Hay pocas cosas tan aterradoras como conocer a su yo mayor y ver fatiga, mala salud, arrugas de cigarrillos y piel amarillenta. De hecho, mi propia cara de fumador simulado parece tan inquietante que me niego a compartir la imagen con nadie (especialmente con mi esposo).

¿Asi que, que de ti? ¿Eres lo suficientemente valiente como para enfrentarte a tu futuro yo?