Salvando el silencio: encontrando tranquilidad en un mundo caótico

Shhh. ¿Puedes oír eso? Probablemente no. El sonido del silencio es algo que muchos de nosotros no disfrutamos a menudo.

Desde mi casa actual en los canales de Venice en Los Ángeles, no hay tráfico. Solo turistas entusiastas paseando, tomando fotos del pintoresco entorno, y visitas diarias de colibríes y azulejos.

Recientes viajes a un entorno menos sereno me dejaron mentalmente reseco. Pero después de una tarde con el agua y los patos, pude oírme pensar de nuevo.

En un episodio de "On Being", el ecólogo acústico Gordon Hempton declara que el silencio es una especie en peligro de extinción. Él aclara: la quietud real es la presencia, no la ausencia de sonido o ruido. Él argumenta que el sonido, no la vista, es tan crucial para nuestra supervivencia que cada especie superior de vertebrados tiene la capacidad de escuchar.

Presencia tranquila Cuando estamos presentes, nos empapamos en todos nuestros alrededores. No hay un objetivo particular o punto final, solo la cosa en sí misma. Podemos simplemente ser.

Hempton dice: "Cuando hablo de silencio, a menudo lo uso como sinónimo de silencio. Me refiero al silencio de la vida moderna … También es la experiencia del lugar, lo que significa estar en un lugar. Un lugar tranquilo es el tanque de pensamiento del alma ".

Pero tememos el silencio. ¿Por qué? Nos obliga a ser honestos. Estar solo con nuestros propios pensamientos. Nos llama. Sentarse en silencio con otra persona es estar desnudo.

Y, sin embargo, está en silencio que somos consolados. Seguro. Capaz de intimidad con nosotros mismos y con los demás.

Anteriormente escribí sobre el valor del tiempo a solas y su lugar subestimado en nuestra cultura hiperconectada. Entonces, también, es el destino de la tranquilidad en un mundo moderno. Y como en la soledad, erróneamente confundimos el silencio con el aburrimiento o la soledad.

Subestimamos la riqueza del tipo de tranquilidad que reverencia a Hempton. Las vacaciones sin wifi ahora se consideran de lujo. Los investigadores han demostrado que después de pasar un tiempo tranquilo en la naturaleza, estamos más atentos, con capacidades cognitivas y recuerdos más sólidos. Este tiempo lejos del caos calma y relaja nuestros cerebros. Y nosotros y todos tocamos los beneficios.

¿Cuándo fue la última vez que trabajó ininterrumpidamente por un período de tiempo? ¿Cuándo fue la última vez que disfrutó de la compañía de alguien con solo los sonidos de la naturaleza? ¿Cuándo fue la última vez que estuvo verdaderamente en un solo lugar, y no de guardia en el resto del mundo?

No solo nuestra cordura mental y la fuerza de nuestros lazos dependen de ello, sino también nuestra capacidad de mostrar empatía y tener pensamientos profundos. Encontrar la tranquilidad en el caos es crucial para la supervivencia.

Baje el ruido. Bebe en el silencio. Dime lo que oyes.