TDAH infantil y mala autoestima

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El trastorno por déficit de atención / hiperactividad (TDAH) no se trata solo de los síntomas que puede ver. Claro, un niño con TDAH puede ser inquieto, demasiado hablador o incapaz de enfocarse. Sin embargo, esconderse debajo de eso también puede ser una ansiedad intensa. Tal vez su falta de control de los impulsos sea tan profunda que ni siquiera pueden controlar sus propios pensamientos. Luego, después de años de ser castigados con mayor frecuencia que sus hermanos, o ser sacados de las aulas día tras día, se enojan y deprimen. Si su hijo es como el mío, comienzan a decir que son inútiles o un niño "malo". Todos los días se convierte en un día terrible, horrible, no bueno, muy malo.

Ansiedad, control de impulsos y falta de autoestima

Mi hijo tiene lo que se llama TDAH de "tipo combinado" (tanto inatento como hiperactivo / impulsivo). Al investigar por qué constantemente se humilla y cómo detenerlo, aprendí que este comportamiento es común para niños como él. Castagna, Calamia y Davis (2017) informaron que estos niños son especialmente sensibles al fracaso personal. De ahí los estribillos constantes de "Nunca seré capaz de hacer esto" o "Soy demasiado estúpido". En algunos momentos, mi hijo llega a decir "No merezco vivir".

Si un niño está ansioso, esto empeora. Los trastornos de ansiedad son extremadamente comunes en los niños con TDAH con hasta 40 a 50 por ciento de ellos que lo padecen (Castagna, et al., 2017). Cuando un niño ansioso escucha a la gente señalando cómo hace las cosas mal o no funciona bien en el aula, tiene sentido que se sienta ansioso acerca de su comportamiento y evite situaciones en las que puedan repetirse. Su propia conversación negativa refleja lo que otros han dicho, y eso se convierte en pensamientos negativos.

Los pensamientos negativos pueden girar fuera de control. Los niños con TDAH carecen de control de los impulsos en general, y si no pueden controlar el comportamiento externo, es posible que tampoco puedan controlar lo que sucede dentro. Todos nosotros tenemos pensamientos intrusos a veces, y simplemente los alejamos. De acuerdo con Castagna, et al. (2017), algunos niños con TDAH podrían no ser capaces de hacer eso. Son bombardeados por pensamientos negativos constantes sobre sus habilidades, o sus esperanzas, o lo que sus padres u otras personas puedan pensar de ellos. Su cerebro dice que van a fallar, y no pueden simplemente alejar esos pensamientos.

Entonces, ¿qué hace un padre?

No soy un experto en este campo, pero hay un par de cosas que hemos hecho que han ayudado a nuestro hijo.

1. Medicación . El TDAH, la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo de mi hijo están mejor controlados gracias a una combinación de medicamentos. Ahora que puede manejar los arrebatos, la falta de concentración y otros síntomas típicos de TDAH, tiene más éxito. Ya no está fallando en lo que todos los demás insisten en que debería ser "normal", y ahora podemos enfocarnos en algo más que solo mantenerlo a salvo.

2. Educación especial. Fue una decisión difícil, pero eliminar a mi hijo de las clases regulares fue una decisión increíble para él. Su clase de EBD (trastorno emocional / comportamiento) tiene solo diez niños, lo que significa que no está sobre estimulado. Tres adultos manejan el aula, lo que significa que obtiene más atención individual. La enseñanza se divide en plazos de 20 minutos para que los déficits de atención no sean un problema. Como resultado, mi hijo siempre termina su trabajo. Hace su tarea todas las noches sin pelear porque sabe que puede hacer ese trabajo. El nuevo salón de clases le permite demostrar que no es estúpido o incapaz. Él había peleado la decisión inicialmente, pero ahora él ama a su clase y no quiere cambiarla.

3. Terapia Conductual Cognitiva. Para los niños con TDAH, tendemos a centrarnos solo en los comportamientos, la configuración de economías simbólicas y similares. A menudo, la parte "cognitiva" de las cosas queda olvidada, y así los niños como yo con ansiedad intensa quedan paralizados por pensamientos negativos propios. El terapeuta en el hogar de mi hijo ahora ha estado tratando de identificar no solo cómo reducir la intensidad de las conductas destructivas sino también qué las desencadena. Esto incluye identificar los pensamientos negativos propios y la resolución de problemas sobre cómo combatirlos.

Siempre es una lucha cuando las cosas se ponen difíciles, pero recuerde también que nuestros hijos necesitan nuestra validación. No importa qué tan negativo sea, también necesitan escuchar lo positivo. Si tienes que cavar lejos para encontrar esa positividad, la entiendo. Algunos días, siento que tampoco puedo encontrarlo. Sin embargo, excava. Vale la pena.