¿Te sientes solo? Tu cerebro puede estar en riesgo

El estudio sugiere que la soledad podría conducir a una disminución de la memoria y la concentración.

por la Dra. Lisa Jaremka, Ph.D.

Las relaciones sociales significativas son una parte importante de la salud emocional y la calidad de vida, pero también existen vínculos entre la conexión social y la salud cerebral.

En un estudio reciente que ayudé a conducir en la Universidad Estatal de Ohio, mis colegas y yo encontramos tasas más altas de concentración y dificultades de memoria entre los sobrevivientes de cáncer de mama que experimentaron altos grados de soledad, en comparación con otros con tasas más bajas de soledad. Investigaciones anteriores ya habían descubierto vínculos entre la soledad y el bienestar físico: sentir que la calidad de sus relaciones no es óptima es un factor de riesgo para una amplia variedad de problemas de salud, incluidos problemas cardiovasculares, pero nuestro estudio reciente abrió un nuevo camino al encontrar conexiones entre el aislamiento social y el funcionamiento cognitivo. Está muy claro que las personas más solitarias están experimentando dificultades de concentración y memoria, algo que realmente no sabíamos antes.

Natashilo/Shutterstock

Fuente: Natashilo / Shutterstock

El vínculo entre la soledad y el cerebro

Los científicos ya entendieron que la soledad podría tener un impacto negativo en el cerebro. Existe una conexión conocida entre los sentimientos de no ser amado y despreciado y un tipo de inflamación cerebral que se sabe que es un factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer, algo que sugiere un posible vínculo entre la soledad y la capacidad general de funcionamiento del cerebro. Al mismo tiempo, había relativamente poca investigación que demostrara que la soledad podría afectar aspectos claves de la cognición, como la capacidad de atención y la memoria.

Con el fin de determinar si la soledad podría conducir a la disminución de la salud cerebral, mi equipo de investigación y yo miramos a tres grupos de sobrevivientes de cáncer de mama, junto con grupos de control que constaban de sujetos que no eran sobrevivientes de cáncer. Para los primeros dos estudios, los participantes informaron por sí mismos sobre su grado de percepción de la soledad y la función cognitiva; un grupo recibió más cuestionarios de investigación estándar y pruebas de cognición. Las tres fases del estudio produjeron resultados notablemente consistentes. No fueron solo los sobrevivientes de cáncer de mama más solitarios quienes estaban experimentando dificultades cognitivas. También aparecieron problemas de atención y memoria entre los grupos de control, sugiriendo que era la soledad y no el tratamiento del cáncer lo que explicaba la disminución de la concentración y la memoria.

El dilema del tratamiento

El vínculo entre el aislamiento social y la salud del cerebro parece ser un avance importante para el tratamiento de problemas cognitivos. Pero la investigación plantea algunas preguntas adicionales complejas y resalta la dificultad de medir variables subjetivas que impactan el rendimiento cognitivo. Ahora tenemos una base para explorar los vínculos entre la soledad y las enfermedades neurológicas como el Alzheimer. Explorar la conexión entre el aislamiento social y los trastornos cerebrales graves podría ayudar a los médicos a desarrollar nuevos métodos de tratamiento para abordar los problemas cognitivos, así como a reconocer algunas de las causas de problemas de concentración y memoria en sus pacientes. Al mismo tiempo, la soledad es un concepto abstracto, basado en sentimientos subjetivos acerca de cuán conectado o desconectado se siente uno. Los investigadores todavía no están seguros de cómo o incluso si la soledad puede ser tratada clínicamente, ya que realmente no tenemos pruebas claras sobre cómo reducir la soledad. Es un problema difícil de resolver.

Aún así, la nueva investigación reitera una idea importante: la salud física y la salud mental no solo se ven afectadas por la enfermedad y la enfermedad, sino también por estos fenómenos algo más abstractos de si te sientes querido o cuidado, si estás comprometido socialmente y si toma nota de estos compromisos. Las conexiones sociales significativas pueden ser tan fundamentales para el bienestar de una persona como una dieta saludable. Así como debemos tener nutrición para vivir y prosperar, también necesitamos el sustento de nuestras conexiones sociales.

Lisa Jaremka, Ph.D. es el Director del Estrecho Laboratorio de Relaciones y Salud de la Universidad de Delaware.