¿Tienes un vaso medio vacío de perro?

Si has vivido con perros, sabes que cada individuo tiene su propia y peculiar manera de estar en el mundo. Probablemente tampoco te sorprenda saber que algunos perros, como algunas personas, son solo tipos de vidrio medio vacío. No les gusta probar cosas nuevas, se sienten cómodos en una rutina y pueden desanimarse fácilmente.

Un nuevo estudio de investigación de la Universidad de Sydney ha intentado medir objetivamente si un perro determinado es pesimista u optimista. Los investigadores usaron lo que se llama una prueba de sesgo cognitivo para explorar cómo el estado afectivo de un perro influiría en la interpretación de señales ambiguas. En otras palabras, cuando un perro determinado se encuentra en una situación en la que no está seguro de qué esperar, ¿cuán optimistas serán al anticipar un buen resultado? (El buen resultado, en este estudio, fue un lujo). Algunos perros -los más optimistas- están más preparados para los efectos del estado afectivo en procesos cognitivos particulares, como la toma de decisiones y los procesos de información.

El estudio incluyó el entrenamiento de un grupo de 40 perros en una tarea de discriminación auditiva. Se les enseñó a tocar un objetivo con su nariz, en respuesta a un tono. Un tono indicó que recibirían un regalo; un tono diferente indicaba que solo obtendrían agua y no deberían molestarse en tocar el objetivo. Una vez que los perros pudieron elegir de forma consistente el tono que ofrecía un tratamiento, los investigadores luego introdujeron 9 nuevos tonos ambiguos. Algunos perros probaron rápidamente el nuevo tono para ver si el resultado sería un placer. Otros, nuestros pesimistas, eran más reacios a experimentar y esperaban más tiempo para tomar una decisión. Cuando un pesimista tomaba una mala decisión (obtenía solo agua), necesitaban más aliento para volver a intentarlo.

Este estudio es parte de un esfuerzo mayor para tratar de comprender cómo se sienten los animales y qué es lo que quieren, con el objetivo de mejorar su bienestar en condiciones de confinamiento. Aunque a menudo podemos decir mucho sobre el bienestar de un animal simplemente por observación, también es útil tener formas de hacer mediciones objetivas, porque nuestras suposiciones sobre cómo se sienten los animales no siempre son precisas. Hasta hace poco, la mayoría de las ciencias del bienestar animal se ha centrado en los estados afectivos negativos (o emociones) como el miedo, la ansiedad, el dolor y la frustración. Pero un buen bienestar implica mucho más que simplemente la ausencia de experiencias negativas. También debemos prestar atención a lo que da placer a los animales y los hace sentir seguros y felices. Este estudio proporciona ímpetu para examinar estados de ánimo y personalidad individuales y cómo estos moldean el comportamiento.

En un informe de noticias sobre la investigación, el autor principal del estudio comentó sobre cómo se podría utilizar esta investigación: "Esta investigación podría ayudar a los entrenadores de perros de trabajo a seleccionar los perros que mejor se adaptan a los roles de trabajo. . . Un perro pesimista que evite riesgos sería mejor como perro guía, mientras que un perro optimista y persistente sería más adecuado para detectar drogas o explosivos ".

¿Qué hay de tu perro? ¿Vaso medio lleno? ¿O vaso medio vacío?