Trauma mal administrado

Las WTU que fallan del ejército

El ejército estableció Unidades de Transición de Guerreros para lidiar con los soldados que regresan traumatizados por su servicio en Irak y Afganistán, pero en muchos casos parece estar fallando tan mal como el sistema para el que fue diseñado.

Un informe en The New York Times narra los problemas que llevaron a un soldado a decir: "Estar en la WTU es peor que estar en Iraq". (Ver "En las Unidades de Traumatología del Ejército, Sintiéndose almacenado").

Por un lado, las unidades enfatizan los medicamentos para tratar la depresión, la ansiedad, las pesadillas y otros trastornos del sueño. Pero a menudo los medicamentos causan que los soldados estén desorientados y confundidos, lo que socava su capacidad para presentarse a sus tareas. A veces no pueden realizar un seguimiento de los diferentes medicamentos recetados para ellos. Según The Times, muchos de ellos recurren a la heroína como una panacea, lo que no solo los incapacita sino que los enmascara con el problema adicional e intratable de la adicción.

En Estados Unidos, un énfasis excesivo en la medicación es una falla común. En este caso, es doblemente trágico porque sirve como excusa para abandonar a los soldados que regresan. Pasan mucho tiempo en sus habitaciones, mirando a las paredes o viendo la televisión, obligados a enfrentarse solo a sus demonios.

Una lectura más cercana del informe sugiere que la razón subyacente por la cual el programa está fallando es que está dirigida por oficiales que no tienen experiencia directa con las tareas y los problemas que están tratando de manejar: "En la parte superior del comando están el ejército tradicional. oficiales, no profesionales de la salud ".

Si los que manejan un sistema carecen de una comprensión clara de la naturaleza del trabajo que el sistema realiza, el sistema está virtualmente condenado al fracaso. Los aficionados bien intencionados e incluso bien informados no pueden realmente hacer el trabajo: realmente no pueden entender los problemas que enfrentan aquellos que realmente hacen el trabajo, mientras que aquellos que lo hacen no pueden acercarse fácilmente y encontrar el formas de comunicarse con ellos El sistema se vuelve demasiado dependiente de las reglas, normas y directrices formales. Inevitablemente aquellos en diferentes niveles de autoridad enfatizarán diferentes cosas y trabajarán con propósitos cruzados, mientras se les priva de las señales sutiles ya menudo inconscientes que podrían decirles que algo está mal.

Esto es cierto para cualquier empresa, pero más aún para los sistemas que brindan servicios humanos. Tales sistemas reverberan con resonancias y señales complejas y a veces contradictorias. Para ser efectivo en ellos, debes estar alerta y abierto para saber lo que no sabes que sabes y poder escuchar lo que otros no pueden decir con tanta facilidad.