¿Tu relación o tu salud mental?

Cómo saber cuándo debes elegir.

Tres señales de que una relación puede ser mala para su salud incluyen: cuando una persona en la relación debe tragarse sus sentimientos, cuando pelear constantemente arruina la diversión, y cuando es el camino de una persona o la carretera. Aunque un toque de cada uno es normal, cuando se transforma en temas recurrentes, la relación puede ser peligrosa para la salud mental de una persona. Resolver estos problemas relacionales antes de que afecten el sentido de sí mismo de una persona es fundamental.

1. Tragar sentimientos.

Cuando una persona en una relación se traga continuamente sus sentimientos, porque rara vez se los encuentra con comprensión, tienden a sentirse solos y tristes. En el momento, la persona evita el dolor de compartir sentimientos con una pareja que, inevitablemente, la critica por sentirse como lo hace. Sin embargo, el desafortunado resultado de llenar las emociones es que la persona se siente cada vez más sola.

Con frecuencia, esta dinámica ocurre cuando el compañero de una persona carece de la capacidad de entender una perspectiva que difiere de la suya. Esto es evidente cuando el compañero dice o hace algo hiriente, pero rechaza cualquier responsabilidad por ello. Se niegan a ver la situación desde la perspectiva de la persona herida, lo que a menudo hace que esa persona se sienta insegura por sentirse molesta.

A menudo, el compañero justifica sus acciones al distorsionar el escenario de una manera que se pinta a sí mismo como el que fue dañado. Al cambiar la situación, el compañero inflige culpa a la parte inocente, evocando vergüenza y dudas en esa persona.

2. La lucha arruina la diversión.

La intensa decepción que siente una persona sana cuando un evento preciado se ve arruinado por una pelea es generalizada. Por ejemplo, una pareja se dirige a un juego de Cachorros, cuando un compañero hace un comentario insensible sobre la forma en que se viste la otra persona. Molesta, la persona intenta explicar por qué está herida, pero su pareja está disgustada y le reprende a la persona por estar molesta. El resto de la tarde lo pasamos discutiendo y guisando en un sudoroso silencio porque el conflicto no se resolvió.

3. Su camino o la carretera.

Esencialmente, cuando las cosas deben ir por el camino de un compañero, o cuando hacen un puchero, se ponen en forma o se vuelven pasivo-agresivos, tiende a causar ansiedad en la otra persona. Por ejemplo, digamos que una fiesta quiere ir a una pizzería para la cena, mientras que la otra persona está deseando comida tailandesa. Si una persona se da por vencida constantemente, porque le teme a la ira de su pareja, eso causa mucha frustración e infelicidad. El compañero que siempre se sale con la suya puede ser incapaz de comprometerse. El compromiso es una de las estrategias más saludables para resolver un desacuerdo. Pasar años con alguien que no está dispuesto a comprometerse puede crear ansiedad y enojo.

Si estas tres dinámicas están siempre presentes en la relación, deben abordarse. Es posible que uno de los socios no esté consciente de su falta de empatía, incapacidad para ver la perspectiva de su compañero o egocentrismo. Animar a la persona a comprender mejor la forma en que se relaciona es fundamental.

Sin embargo, si una persona no puede captar la conciencia con respecto a la forma en que se relaciona, puede ser un signo de que la relación erosionará lentamente la salud mental de su pareja. Aunque es desgarrador terminar una relación, estar involucrado con alguien con estas tendencias causa una lucha interna intensa. Con el tiempo, esto afecta el sentido de sí mismo y la capacidad de una persona para vivir en paz y felicidad. Desafortunadamente, no hay muchas relaciones que valgan la pena.