♥ Escucharé mi cuerpo y mis buenos instintos para determinar si necesito ayuda o no.
♥ Seré prudente al escuchar las sugerencias bien intencionadas pero a veces engañadas de los demás.
♥ Pasaré menos tiempo en Internet, en mi teléfono, en las redes sociales y en cualquier otro lugar o tentación que aumente mi ansiedad cuando me compare con otros o me exponga a información equivocada.
♥ Me rodearé de personas y cosas que me hagan sentir bien.
♥ Si le digo a mi proveedor de servicios de salud que no me gusta como me siento, y me siento despedido o no escuchado, encontraré otra manera de expresarme y si eso no funciona, buscaré otro proveedor de atención médica que tomará mi preocupaciones en serio.
♥ Entiendo que tener síntomas no interfiere con mi capacidad para ser una buena madre.
♥ Puedo aceptar que las buenas madres se enfermen.
♥ No me rendiré ante la presión de otros o de mí mismo para fingir que estoy bien si estoy preocupado por cómo me siento o pienso.
♥ No dejaré que sentimientos de vergüenza, vergüenza, incomodidad, humillación o nervios me impidan obtener la ayuda que creo que necesito.
♥ Entiendo que pedir ayuda es algo que proviene de la fortaleza, no de la debilidad.
♥ No me culparé, me regañaré ni me castigaré por estar enfermo durante un tiempo en el que esperaba sentirme maravilloso.
♥ Haré todo lo posible para cuidar de mí mismo con compasión y bondad.
♥ Recordaré que no siempre me sentiré de esta manera. Me sentiré como yo de nuevo.
♥ Seré paciente. Estaré esperanzado. Creeré en mi habilidad para sanar.
Copyright 2016 Karen Kleiman, MSW, LCSW postpartumstress.com