Un psicólogo insatisfecho frente a un perro satisfecho

Los humanos tienen una capacidad única de auto-visión. Sin embargo, con frecuencia no lo usamos. Mi perro no puede introspectarse, observar su propio comportamiento o comprender comentarios complejos como "cuando orinas en la cama, me da mucha tristeza", así que no es sorprendente que no esté al tanto de sus cualidades y defectos únicos. ¿Pero cuál es nuestra excusa?

Esta semana, publiqué un ensayo sobre la capacidad única de autoconocimiento de nuestra especie en el foro de On The Human. En este ensayo, trato de caminar en una línea muy fina, argumentando que los humanos tienen habilidades sorprendentes y limitaciones sorprendentes en lo que respecta al autoconocimiento. En lo académico, a menudo es popular tener una visión extrema, por lo que esta vista es una posición difícil de mantener. La gente a menudo quiere ponerme en un campo u otro: las personas son estúpidas y carecen de auto-visión, o las personas claramente se conocen a sí mismas. Pero trato de resistir estos extremos y admitir que a veces realmente somos nuestros mejores expertos, y en otras ocasiones somos los últimos en saber de nosotros mismos.

Este ensayo me hizo pensar en cómo nuestra capacidad de auto-visión nos diferencia de otros animales. Hay una vieja pregunta en filosofía: ¿sería mejor ser Sócrates y estar insatisfecho, o ser un cerdo y estar satisfecho? No estoy seguro. Al igual que Mark Leary, estoy de acuerdo en que la autoconciencia a veces puede ser una maldición. Definitivamente hay días en que envidio el olvido de mi perro. Pero, al mismo tiempo, reconozco que la falta de autoconciencia plantea una seria restricción a la capacidad de los animales no humanos para crecer y mejorar. Esos raros momentos en los que las personas aprenden una verdad profunda e importante sobre ellos mismos y hacen los cambios apropiados en sus vidas como resultado, pueden hacer que todas las penas de la autoconciencia valen la pena. Por otra parte, mi perro parece muy feliz …