Una cura social

Imagina que vas a ver a tu médico porque te has sentido mal durante un par de días. Para su sorpresa, después de que haya resumido sus síntomas, la primera pregunta que su médico le hace es si pertenece a suficientes grupos sociales. Ella pregunta si usted es miembro de un grupo deportivo o un club de lectura, y si se siente socialmente conectado con sus colegas, amigos y familiares. Usted obedientemente responde a sus preguntas, pero también se pregunta qué tiene que ver eso con sus síntomas.

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Aunque este tipo de preguntas no es lo que podría experimentar la próxima vez que vea a su médico, de acuerdo con un creciente cuerpo de investigación, no sería una mala idea que los profesionales de la salud hagan estas preguntas. Esto se debe a que se ha descubierto que la conexión social y la pertenencia a grupos sociales es un poderoso predictor de la salud física y mental de las personas.

Por ejemplo, Cohen y sus colegas mostraron en 1997 que tener una red social diversa se asociaba con una menor susceptibilidad a los resfriados comunes. Sus hallazgos, reportados en Psychological Science , indicaron que el 20 por ciento de las personas en su muestra que eran menos sociables tenían más del doble de probabilidades de resfriados que el 20 por ciento que eran más sociables.

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También hay evidencia de que la aparición de condiciones de salud mental y física más graves se ve afectada por la conexión social. Considérese, por ejemplo, la investigación de Cruwys y sus colegas (publicada en Social Science & Medicine en 2013) que mostró que aquellos que informaron pertenecer a menos grupos sociales con más probabilidades de experimentar depresión recaen. Más específicamente, lo que Cruwys y sus colegas encontraron en una gran muestra de adultos mayores británicos fue que en el transcurso de un año, la posibilidad de una recaída de depresión fue solo del 15 por ciento para quienes informaron pertenecer a más de 3 grupos sociales. Aumentó al 31 por ciento para aquellos que pertenecían a un solo grupo social y llegó al 41 por ciento para aquellos que informaron no pertenecer a ningún grupo social.

Se observan efectos profundos similares cuando se trata de condiciones de salud física. Ruthledge y sus colegas informaron en la revista Psychosomatic Medicine (2008) que las mujeres más aisladas sufrieron accidentes cerebrovasculares dos veces más a menudo en comparación con las mujeres con más relaciones sociales.

Estos hallazgos son profundos y demuestran que es nuestra relación social y la calidad de estas relaciones lo que determina de manera crucial la salud mental y física. En palabras de Cohen y sus colegas, las relaciones sociales "entran en el cuerpo".

Aunque el hallazgo de que la conexión social protege la salud está bien documentado y puede no ser una completa sorpresa, la pregunta que es más difícil de responder es por qué sería ese el caso. ¿Qué es lo que ofrecen estos grupos sociales que puede ser tan beneficioso como una dosis diaria de vitamina C y ejercicio regular? Ahora hay una buena evidencia de que si sentimos que pertenecemos y nos conectamos con los demás, nos sentimos más fuertes y somos más capaces de enfrentar los desafíos de la vida. Los grupos proporcionan en ese sentido lo que Durkheim en su famoso libro de 1951 tituló Suicide llamado " seguridad existencial " . En líneas similares, investigaciones recientes de Greenaway y sus colegas mostraron que las membresías grupales nos proporcionan una base y nos ayudan a desarrollar un sentido de propósito, dirección, y significado en nuestra vida. Es a través de nuestra interacción con los demás que nos entendemos a nosotros mismos y somos capaces de dar sentido a las cosas que suceden a nuestro alrededor. Son estos "valores" humanos muy básicos que proporcionan las membresías de los grupos sociales que son responsables de estos beneficiosos efectos sobre la salud.

Un grupo por día …

¿Cuáles son las conclusiones a extraer de esta investigación? El mensaje de quita más importante es, probablemente, que estos hallazgos subrayan la profunda manera en que nos afectan nuestras relaciones sociales. Señalan la capacidad de las personas para extraer fuerza física y mental de las conexiones sociales y las membresías en grupos sociales para mantener y mejorar el bienestar.

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Más importantes aún son las implicaciones prácticas de estos conocimientos. Sugieren que una vida activa en grupo puede ser otra forma importante en la que podemos inocularnos contra los riesgos para la salud mental y física. Después de revisar la evidencia de la investigación, Robert D. Putnam en su libro " Bowling alone " en 2000 concluye: "Como regla general, si no perteneces a ningún grupo pero decides unirte a uno, reduces el riesgo de morir en el próximo año a la mitad ". Además de la efectividad de dicha cura social, interactuar con los demás también es la forma más divertida de mantener al médico a raya.