Una forma sorprendente de lidiar con el estrés

En los últimos años se ha observado un aumento alarmante de los trastornos de ansiedad, que ahora afectan a casi el 20 por ciento de la población: más de 40 millones de personas. Uno de cada cinco estadounidenses también sufre de estrés extremo, que puede provocar ataques de pánico, ansiedad, depresión, problemas gastrointestinales, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, obesidad, accidente cerebrovascular, infarto de miocardio, fatiga crónica, demencia y una larga lista de conductas adictivas. (Instituto Americano de Estrés, Asociación de Desórdenes de Ansiedad de América, Instituto Nacional de Salud Mental, Twenge, 2000). A medida que millones sufren de miedo y ansiedad debilitantes, nuestros cuerpos producen adrenalina y cortisol, apagando nuestro sistema inmunológico y socavando nuestra salud.

Con peligro físico, la reacción de estrés nos ayuda a sobrevivir. Nuestros antepasados ​​huyeron cuando un animal de presa los acechaba. Pero no podemos escapar de la mayoría de los estresores modernos: conflictos de relación, presión en el trabajo, plazos, tráfico y asalto diario de noticias violentas. Todo se suma a lo que el biólogo de Stanford Robert Sapolsky llama "estrés psicológico sostenido", que representa un peligro claro y presente para nuestra salud (2004, p.5).

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Fuente: foto de Diane Dreher

¿Qué podemos hacer al respecto? Hace años, el investigador pionero del estrés, Hans Selye, descubrió que responder a la belleza en la naturaleza o el arte nos ayuda a superar el estrés crónico, devolviendo nuestro cuerpo al equilibrio o a la "homeostasis" (1956). La investigación ahora ha revelado por qué. El estrés crónico, el miedo y la vergüenza producen niveles elevados de inflamación, o citoquinas proinflamatorias, que se han relacionado con la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la depresión. Investigadores de UC Berkeley han descubierto que responder a la belleza con una sensación de asombro reduce significativamente estos niveles (Stellar, John-Henderson, Anderson, Gordon, McNeil y Keltner, 2015), mejorando nuestra salud física.

Centrarse en la belleza no solo nos ayuda a sentirnos mejor, sino que nos ayuda a lidiar con problemas estresantes. La investigación ha demostrado que cambiar nuestra atención a la belleza es mucho más efectivo que la preocupación constante. Mientras llenan nuestras mentes con la rumiación, solo aumenta el estrés, socava nuestra salud y nuestra capacidad de pensar con claridad, concentrándonos en la belleza produce emociones positivas que nos devuelven la tranquilidad y fortalecen nuestra capacidad de recuperación (Fredrickson & Joiner, 2002). Finalmente, la investigación ha demostrado que dirigir nuestra atención a algo bello puede aumentar nuestra esperanza, haciéndonos más ingeniosos, más capaces de enfrentar los desafíos de la vida (Diessner, Rust, Solom, Frost, & Parsons, 2006; Diessner, Solom, Frost, & Parsons, 2008).

Así que la próxima vez que se sienta abrumado por el estrés en su vida, intente darse un descanso: tómese un momento para concentrarse en algo hermoso.