Volviendo a la corriente con sus metas

Esta publicación continúa de la discusión previa sobre la posibilidad de romper un mal hábito o establecer un nuevo hábito positivo. Enero es el mes en el que muchas personas inteligentes y altamente enfocadas toman decisiones para sentirse abatidas y frustradas antes de febrero, cuando esas resoluciones sobre dieta, peso o comportamiento comienzan a parecer poco realistas.

La mala noticia es que 1) romper un hábito es increíblemente difícil, y 2) es probable que haya momentos de tentación que descarrilarán su iniciativa en el camino. La buena noticia es que no estás solo o es inusual; es bastante común que esto suceda un par de veces antes de alcanzar el éxito. Habrá momentos en que fallará tu fuerza de voluntad. Eres solo humano.

La mejor noticia es que los hematomas del ego no son inevitables. Como mencioné antes, el deseo de alcanzar su meta es clave, pero es solo un ingrediente necesario para romper un mal hábito. Lo que también necesita es un plan de acción lógico y reflexivo que tenga en cuenta las realidades psicológicas del desafío.

Un paso importante es planificar el fracaso por adelantado. Eso puede parecer contradictorio, pero es demasiado optimista suponer que no se deslizará aquí y allá, particularmente en momentos de estrés o cansancio. Establezca un plan para hacer esto antes de enfrentar cualquier reto y puede ayudarlo a llegar a donde necesita ir más rápido y con menos frustración.

Por lo tanto, evitar recriminaciones autodestructivas es fundamental; golpearte solo disminuirá tu autoestima y tu energía. En cambio, suponga que va a deslizarse y planificar en consecuencia. Esto lo ayudará a retomar el camino rápidamente, un componente clave del éxito en cualquier esfuerzo.

Si te encuentras retrocediendo más de un par de veces, podría ser hora de reducir el objetivo o el cronograma para alcanzar el objetivo (aunque esto duela). Lejos de admitir la derrota, volver a evaluar es una buena estrategia para evitar las frustraciones sostenidas que hacen que muchos abandonen la esperanza de éxito. Aunque al principio pueda parecer una derrota, reconocer sus limitaciones, evaluar honestamente la situación y ajustarse en consecuencia es la jugada inteligente.

Otras estrategias son obtener el apoyo de amigos para la camaradería y la rendición de cuentas, y volver a examinar qué tan importante es para usted el objetivo. Puede encontrarse retrocediendo simplemente porque no es una alta prioridad. ¿Estás haciendo esto por otros o por ti mismo? ¿Qué tan invertido estás en esta empresa? Nuevamente, ser honesto contigo mismo (el "control de tripas") es la clave aquí.

Las expectativas realistas, el apoyo social y conocerse a sí mismo pueden ayudarlo a crear un plan de acción para las frustraciones inevitables que vendrán si no puede romper ese hábito lo suficientemente rápido. Úsalos para ahorrar tiempo, problemas y energía mental.

Como dijo Leonardo Da Vinci, "es más fácil resistir al principio que al final".