¿Eres demasiado duro contigo mismo?
Había cruzado una línea, había roto la confianza irreparable. Mi amigo estaba furioso y me regañó por teléfono. Admití que había hecho lo que me acusaban. A juzgar por su rabia, mi error fue tan grande, si hubiera habido una cruz, ella me habría clavado. Mis rodillas se debilitaron, mi respiración superficial, mi voz mansa: […]