El magnesio y el zinc son esenciales para una función cerebral saludable

La deficiencia de magnesio está muy extendida en los países occidentales y puede estar asociada a enfermedades cardiovasculares, funcionamiento inmune deprimido, depresión, diabetes, insomnio y otros trastornos. Los casos clínicos sugieren que el magnesio oral en forma de glicinato de magnesio o taurinato (125 a 300 mg por día) puede dar como resultado una recuperación rápida del estado de ánimo deprimido severo y puede aliviar los síntomas de ansiedad, irritabilidad, insomnio, depresión posparto y memoria a corto plazo . Un estudio en ancianos deprimidos con diabetes sugirió que la hipomagnesemia, definida como niveles séricos de magnesio menores a 0.74 mmol / L, podría ser un factor de riesgo independiente para la depresión en esta población. La administración de suplementos de magnesio de 500 a 1.500 mg por día puede mejorar los déficits neuropsicológicos asociados con el abuso crónico del alcohol al mejorar el flujo sanguíneo cerebral, que a menudo se ve disminuido en esta población.

El zinc es un oligoelemento esencial para la función cerebral normal y puede mediar los efectos antiinflamatorios a través de varias citocinas. El zinc tiene efectos neuroprotectores generales, está involucrado en la neurogénesis del hipocampo y modula la actividad del eje hipotálamo-hipófisis. El aumento del riesgo de depresión del estado de ánimo asociado con bajos niveles anormales de zinc en el suero puede estar mediado por la desregulación del sistema inmune. En un estudio transversal de la relación entre la ingesta de zinc en la dieta y el estado de ánimo deprimido, los bajos niveles séricos de zinc se correlacionaron fuertemente con un mayor riesgo de depresión. Los niveles bajos de zinc en el cerebro pueden causar daño neuronal difuso a través de una mayor formación de radicales libres y exacerbar la excitotoxicidad del N-metil-d-aspartato (NMDA), lo que resulta en una mayor susceptibilidad a las convulsiones por abstinencia de alcohol. La evidencia preliminar de estudios aleatorizados controlados respalda la eficacia antidepresiva de la administración de suplementos de zinc como adyuvante de los antidepresivos recetados.