Fue una noche memorable y no sucedió nada

¿Son algunos de los mejores días de nuestras vidas, los que deberíamos grabar más profundamente en la memoria a largo plazo, también algunos de los más sin complicaciones y sin complicaciones? ¿Deberíamos esforzarnos más por recordar los momentos tranquilos y felices junto con los viajes en montaña rusa del éxito y el fracaso, el desamor y el amor triunfal?
Cuando me metí en la cama la noche anterior, pensé en la cena que mi esposa y yo habíamos compartido con nuestros amigos más cercanos en un restaurante local en el centro de nuestra ciudad. Ambas parejas habían caminado desde sus casas hasta el restaurante. Algo que casi damos por sentado, pero es cada vez más inusual en nuestro mundo impulsado. El restaurante en sí había cambiado su tarifa recientemente de un truco de "comida de comodidad gourmet" a un menú sencillo y directo de comida más sencilla y saludable. Después de la cena, volví a la casa de mi amigo y vi algunos torneos de la NCAA. Cuando volví a casa, encontré a mis dos hijas adolescentes a salvo de sus noches con amigos. Cada uno de ellos estaba de buen humor y me dio un abrazo de buenas noches. Me metí en la cama junto a mi esposa, que me saludó acercándose a mí debajo de las mantas. Antes de irme a dormir, me dije a mí mismo que debía guardar este momento, saborear esta noche en la que el "undertaad" (del mundo de John Irving, "The World According to Garp") había sido misericordiosamente mantenido a raya y todos estábamos, los cuatro de nosotros, OK
Un pensamiento más: las palabras "guardar" y "saborear" parecen tan cercanas, pero sus significados y etimologías son diferentes aún, de una manera divertida, complementaria. Cuando guardamos algo, lo conservamos y lo conservamos. Cuando saboreamos algo, lo disfrutamos y saboreamos. "Guardar" viene del francés antiguo, "Sauf", y del latín, "salvus": seguro, sano y no dañado, pero en última instancia de la base de "sol", que significa entero. "Saborear" viene del latín, "sapere" – al gusto, y también está relacionado con "sapient", que significa ser sabio, sabio y tener gusto. Y en estos dos aspectos diferentes de estas palabras, encontramos la sabiduría (y el gusto) para disfrutar los momentos sólidos (la misma raíz) de nuestras vidas. A través de guardar y saborear, captamos la clave del regalo y la felicidad de la memoria en un día en que "nada" sucedió.