Perfecto en sí misma
¿Quién entonces es libre? El hombre sabio, que tiene dominio sobre sí mismo; a quien ni la pobreza, ni la muerte, ni las cadenas atemorizan; valiente en la comprobación de sus apetitos y en despreciar los honores; y, perfecto en sí mismo, pulido y redondo como un globo, para que nada desde fuera pueda retardarse, […]