La ciencia del amor, el compromiso y las relaciones prósperas

Hacer un compromiso con una pareja (y más seriamente el matrimonio) requiere tomar un gran acto de fe, o aceptar tal vez como le gusta a mi abuela decir: "Encontrar una pareja para toda la vida es como ganar la lotería". De hecho, todos nos sentiríamos mejor acerca de dar un salto en el mundo desconocido de "Sí," para siempre "y" hasta que la muerte nos separe "si tenemos una idea de si las probabilidades estaban a nuestro favor. No es sin la debida preocupación que más allá de arriesgar nuestros corazones, otorguemos gran importancia al amor y al matrimonio con sus implicaciones sociales y culturales. De hecho, en todo el mundo el matrimonio señala la unión espiritual de dos individuos con implicaciones concretas, como el establecimiento de una unidad familiar; una fusión de familias, recursos y asuntos importantes de la vida. Para muchos, también es el precursor de tener y criar descendencia. Y en la cultura occidental, las personas cada vez más buscan en sus sociedades románticas una sensación de realización personal, expansión y prosperidad. De hecho, el amor romántico en las relaciones comprometidas tal como lo conocemos hoy parece algo así como un lujo en comparación con épocas anteriores (o incluso en otras culturas) donde las personas se casan por asuntos más prácticos, como el intercambio de tierra o dinero.

Con el cambio de las normas sociales y las estructuras en las últimas décadas, los científicos de las relaciones han abordado algunos de estos temas difíciles y algo místicos. Por ejemplo, los estudios dirigidos por el Dr. Ted Huston (de la Universidad de Texas en Austin) y otros siguieron a los recién casados ​​durante los primeros años de matrimonio y encontraron algunos patrones que podrían predecir si las parejas seguirían felizmente casadas con el tiempo. Los investigadores descubrieron que las disminuciones en el amor, el afecto manifiesto y las percepciones de que un cónyuge no era favorable pronosticaron las parejas que se iban a divorciar. En mi investigación amorosa del cerebro y otras exploraciones de matrimonios felices, en el amor, mis colaboradores y yo hemos descubierto otros factores importantes para relaciones prósperas como la empatía, los objetivos de relación orientada al enfoque, la autoexpansión, la satisfacción sexual y el compromiso. Ciertamente, los factores personales también han surgido como críticos para las relaciones prósperas, como la capacidad de autorregular nuestras emociones y pensamientos.

Muchos de nosotros nos preguntamos, ¿quiénes son esas personas afortunadas que "lo hacen" en amor? A veces pienso que es un milagro que dos personas de mundos diferentes se reúnan y hagan que el amor dure por un tiempo. Aunque parezca mágico, realmente no lo es. En mis años de investigación (estudios cerebrales y de casos) con parejas en el amor a largo plazo (publicado en la Review of General Psychology, 2009), aprendí que todas estas parejas tenían algunas cosas en común. Por ejemplo, me enteré de que anhelaban estar juntos, tenían buenas amistades y resolvieron el conflicto sin problemas y con eficacia. No albergaban resentimientos, sino que usaban el humor para diluir las tensiones. También descubrí que podían mantener un intenso amor romántico, aunque era bastante diferente de las montañas rusas emocionales y el anhelo (llamado enamoramiento) que a menudo se confunde con el amor en nuestra cultura.

Todo este trabajo me inspiró a desarrollar una herramienta práctica (una aplicación para iPhone llamada "LoveSmart" que es gratuita) para ayudar a las personas (y terapeutas) a realizar autoevaluaciones de sus relaciones. Estas autoevaluaciones ayudan a los usuarios a obtener un poco de claridad y a aumentar su conocimiento de amor / relación. También proporcionan información y sugerencias específicas en áreas de una relación que pueden necesitar un poco de apoyo adicional. Es como solucionar problemas, excepto que puedes hacerlo por ti mismo (o por tu cliente). El objetivo general de toda esta investigación es hacer que el amor sea menos misterioso y permita a la humanidad crear relaciones amorosas y saludables. La clave creo que es el autoconocimiento y la conciencia, y hay más de una forma de llegar allí, como comentaré en mi próximo blog.