Un caso nacional de ejecución hipotecaria de identidad

Los resultados de las elecciones nacionales de hoy indicaron que el 52.8% de los votantes en Maine acordaron que "quieren rechazar la nueva ley que permite que las parejas del mismo sexo se casen y permite a individuos y grupos religiosos negarse a realizar estos matrimonios". No puedo evitar preguntarme si estas personas han considerado cómo se sentiría si la misma pregunta se pusiera en la boleta, pero el "mismo sexo" fue reemplazado por "sexo opuesto". ¿Es esta absoluta falta de empatía no solo un fracaso de la imaginación, sino un caso nacional de ejecución hipotecaria de identidad? Podría ser, dado que puede ser más fácil ignorar cómo nuestras necesidades (es decir, para que nuestra familia sea segura) podrían ser similares a las necesidades de los demás, sin importar cuán diferentes creamos que somos para ellos. Fallar en explorar y considerar seriamente las vidas de otros y las nuestras también tiene consecuencias prácticas. Los cambios legales históricamente han ampliado los derechos, no se los han quitado a las personas para negarles la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Tal vez este es un llamado para que todos nosotros seamos más considerados y más considerados con los derechos de los demás, especialmente cuando el derecho a amar a alguien y cuidarlos (por ejemplo, en el hospital cuando está gravemente enfermo) no interfiere con los derechos de los demás.