8 predictores de inicio temprano de atracones

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Fuente: Por María Raquel Cochez (Trabajo propio) [CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], a través de Wikimedia Commons

El signo inicial de atracones parece ser la pérdida de control al comer (Brownell y Walsh, 2017). La pérdida del control del trastorno alimentario puede experimentarse como una incapacidad para controlar qué o cuánto se come, un comportamiento en el que uno no tiene ninguna agencia. Se ha demostrado que la pérdida persistente de control al comer a los 12 años de edad y antes de la transición a los trastornos de alimentación compulsiva de síndrome parcial o completo en aproximadamente el 50 por ciento de los jóvenes. En resumen, la pérdida de control de la alimentación es un factor de riesgo conocido para el desarrollo del trastorno por atracón y puede conducir a la obesidad. También es un posible objetivo temprano de intervenciones preventivas.

Las siguientes son posibles vías de acceso para el desarrollo y mantenimiento de la pérdida de control del comportamiento alimentario.

1. Corre en la familia

Los trastornos alimenticios son hereditarios. Los niños tienen un 50 por ciento más de probabilidades de sufrir trastornos de la alimentación si tienen un familiar cercano con un trastorno alimentario (Thornton et al 2011).

2. Fuerte deseo de comida

Tienen un fuerte deseo de comer o una preocupación por la comida. Uno de los efectos de la ingesta repetida es la habituación a la ingesta de alimentos ricos en calorías. La habituación es una disminución en la respuesta a un estímulo después de presentaciones repetidas. Por lo tanto, las personas con menor sensibilidad de recompensa comen en exceso para compensar esta deficiencia.

3. Anhelo dependiente del contexto por la comida

    Los jóvenes con pérdida de control son propensos a comer en respuesta a señales de comida externas (oportunidades), como la vista o el olor de los alimentos. La ingesta repetida de comidas sabrosas y de alto contenido calórico (p. Ej., Chocolate, pizza, helado) produce antojos cuando se expone a las señales asociadas con esos alimentos.

    4. Impulsividad

    La impulsividad se refiere a la incapacidad de inhibir la respuesta a un estímulo. El rasgo temperamental de la impulsividad parece contribuir a la vulnerabilidad para la pérdida de control. El comportamiento de comer en exceso es impulsado por impulsos reactivos en lugar de decisiones reflexivas, dirigidas a objetivos.

    5. Apego inseguro

    Los niños con pérdida de control comiendo frecuentemente exhiben estilos de apego inseguros. Además, el aislamiento social y las experiencias infantiles de burlas y acoso entre iguales, particularmente sobre el peso y la forma, son predictivos del inicio de la pérdida de control de la alimentación.

    6. Sobrevaloración de la forma y el peso

    La influencia excesiva de la forma y el peso en la autoestima a menudo se considera la característica psicológica central de los trastornos alimentarios. Se ha demostrado que las preocupaciones sobre el peso y la preocupación del cuerpo delgado predicen trastornos de la alimentación de síndrome parcial o completo en el adolescente.

    7. Teoría del escape

    Las funciones de atracón como una forma de escapar (calmarse) de los aspectos duros de la autoconciencia. Las personas con pérdida de control tienden a informar más síntomas de depresión y ansiedad y una menor autoestima. Tales estados de ánimo típicamente predicen un mayor consumo posterior de alimentos y carbohidratos apetecibles.

    8. regulación de la emoción

    El comportamiento del trastorno alimentario puede funcionar como métodos de afrontamiento no saludables para regular los sentimientos emocionales negativos. La regulación de las emociones enfatiza la capacidad de inhibir el comportamiento impulsivo y mantener el comportamiento dirigido a objetivos frente a las emociones negativas. La regulación de la emoción enseña a los individuos la capacidad de discernir y distinguir entre las emociones, así como la capacidad de aceptar emociones sin juicio o experimentar reacciones secundarias negativas. Finalmente, la regulación de las emociones se enfoca en la voluntad de un individuo de tolerar la angustia emocional en el contexto de perseguir actividades que son importantes o significativas para él o ella, en lugar de involucrarse en la evitación.