¿Cuál es tu reputación en el trabajo?

Seamos realistas: de vez en cuando, aportar un poco de ligereza a la dinámica de la oficina puede ser un cambio de ritmo bienvenido.

Si eres un comic de corazón, el problema con los chistes limpios es que no son tan divertidos como las anécdotas más coloridas que podrías compartir. Pero la frivolidad cruza una línea cuando incluye coqueteo suave, juegos bruscos físicos, o el contar chistes racistas, sexistas o de orientación crítica con sus compañeros de trabajo. Tarde o temprano, las bromas sin color, las bromas y otras elecciones cuestionables de diversión le darán a un empleado la reputación de "payaso de la clase" relacionado con el adulto y el trabajo. Y, al igual que en la escuela, hay costos y consecuencias para siendo el payaso Del mismo modo, al ser etiquetado como el chismoso de la oficina, la paloma torcaz, el ladrón de alboroto o el rebelde, tampoco obtiene muchos puntos Brownie.

Cuando se etiqueta con una reputación, uno pierde el beneficio de la duda cuando se coloca en una situación ambigua. La pregunta que siempre se formulará a los testigos o partes relacionadas en una investigación de acusaciones es la siguiente: ¿estaba en el carácter de la persona comportarse de esa manera?

Por lo tanto, piense en esto: ¿cómo responderían sus colegas a estas 5 preguntas si se le pregunta sobre usted y su comportamiento?

1. Alguna vez has jugado bromas a alguien?
2. ¿Alguna vez has hecho un comentario racista, sexista o ageist?
3. ¿Alguna vez flirteó abiertamente con compañeros de trabajo?
4. ¿Alguna vez has tocado a otros, desde payasadas hasta abrazos?
5. Alguna vez usaste lenguaje sucio?

Si sus compañeros de trabajo podrían responder afirmativamente a cualquiera de las preguntas anteriores, acepte esta noticia como una verdadera llamada de atención. Es hora de reconsiderar cómo los demás, especialmente aquellos con autoridad, te perciben. Incluso si eres competente en tu trabajo, tu personaje puede, y puede estar, ensombreciendo tus habilidades.