El perdón va más allá de tres palabras

Somos personas imperfectas viviendo en un mundo imperfecto; sin embargo, esperamos relaciones perfectas. Cuando la luz cegadora del amor se atenúa, los conflictos son inevitables. El perdón es el bálsamo que sana la traición del amor, pero pocas personas saben lo que significa el perdón y mucho menos saber cómo perdonar. El perdón requiere disciplina y fortaleza de carácter.

Traición

La traición ocurre cuando esperamos que las personas actúen de cierta manera y no lo hacen. La traición solo puede tener lugar cuando existe una relación de confianza; porque sin confianza no hay expectativas. Las personas en las que no confiamos no pueden traicionarnos porque no tenemos expectativas de comportamiento. Sin expectativas, el perdón no es necesario. La traición no se restringe a los intereses de amistad y amor donde las expectativas de comportamiento son inherentes a esas relaciones. Formamos relaciones de confianza con la sociedad en general. Esperamos que las personas, incluso si no las conocemos, actúen con cortesía, respeto y civismo. Cuando nos convertimos en víctimas de actos descorteses o crímenes personales, nos sentimos traicionados porque nuestras expectativas de comportamiento humano fueron violadas. Las instituciones gubernamentales, que consisten en personas, también pueden traicionar cuando no cumplen con nuestras expectativas. El perdón solo se requiere cuando las personas o las instituciones no cumplen con nuestras expectativas. La traición crea una barrera entre nosotros y nuestras relaciones más queridas. Una barrera que solo se puede superar con el perdón.

El perdón es una acción

El perdón no es un sentimiento. El perdón es una acción. Debemos conscientemente decidir perdonar a alguien que no ha cumplido con nuestras expectativas. Debemos actuar para perdonar y no esperar hasta que el olvido suavice el dolor de la desilusión. El aguijón de la traición no perdonada es resiliente y los sentimientos heridos pueden resucitar al menor recordatorio de la transgresión que causó la traición. El perdón es un proceso activo mediante el cual tomamos decisiones conscientes, en el peor de los casos, las decisiones diarias, para seguir el acto del perdón, independientemente de nuestros sentimientos. Si el perdón dependiera de los sentimientos, pocas personas serían perdonadas.

El perdón es elegir no recordar

Perdonar y olvidar no es una perogrullada exacta. Las transgresiones son a veces difíciles de olvidar, especialmente si son graves. El verdadero perdón tiene lugar cuando tomamos una decisión deliberada de no detenernos en las malas acciones. Pensar en transgresiones a menudo reaviva el dolor emocional asociado con la traición. Cada vez que nos enfocamos en el acto de traición, reconstruimos consciente o inconscientemente la barrera de traición pensada por el pensamiento. Mucho después de que se pronuncien las palabras "Te perdono", el acto de perdón continúa.

El perdón no es un arma

En el calor de una discusión, estamos tentados de usar la opción nuclear: "Recuerden cuando …" Resucitar una vez perdonados errores de comportamiento pueden ganar una discusión, pero será una victoria de la pirámide. La persona que lanzó la bomba nuclear emocional pierde porque él o ella aviva el dolor latente de la traición. El dolor emocional residual se convierte en ira si se deja pudrir. Este tipo de ira solo puede mitigarse mediante la venganza. Ganar una discusión usando el perdón como arma es un acto de venganza que puede usarse una y otra vez siempre que la ira irrite el corazón humano. El receptor de la explosión nuclear emocional se sentirá traicionado porque pensó que la ofensa había sido perdonada. La culpa que el receptor sintió una vez más las superficies provocando una ansiedad renovada y distancia relacional. Las consecuencias de una explosión nuclear emocional pueden destruir instantáneamente las relaciones. El perdón construye relaciones amorosas; no los destruye.

El perdón permanece en silencio

El verdadero perdón no se convierte en grano para la fábrica de chismes. El chisme es una forma sutil de venganza porque el transgresor es calumniado y se convierte en el blanco de la humillación pública. Buscar el consejo de un amigo de confianza puede ayudar al proceso de curación. Por el contrario, los chismes previenen que un corazón afligido se cure porque la herida causada por la traición no puede sanar. Una excepción a este inquilino es cuando ocurre una actividad criminal. La actividad criminal puede ser perdonada, pero debe ser reportada inmediatamente a las autoridades correspondientes.

El perdón requiere disciplina

El perdón requiere disciplina. Buscar perdón es más fácil que perdonar. La persona que perdona no solo debe soportar el dolor de la traición, sino que también debe tomar continuamente la decisión de no recordar la transgresión, no usar el perdón como arma y abstenerse de chismorrear. En todas las relaciones, en algún momento, no cumpliremos las expectativas de los demás. El peso de la traición se reduce una vez que nos damos cuenta de que en un mundo imperfecto poblado por personas imperfectas, no existe una relación perfecta. El perdón salva la barrera de la traición y nos permite continuar fortaleciendo nuestras relaciones. El perdón es una parte esencial de la vida. Debemos aprender a perdonar a los demás porque en algún momento necesitaremos el perdón.

Para obtener más información sobre cómo construir, mantener y reparar relaciones, consulte el interruptor "Me gusta": una guía del agente ex-FBI para influir, atraer y ganar personas.