Inteligencia emocional auto-sabotaje

Una de las piezas centrales en la comprensión de la inteligencia emocional es reconocer y reconocer que nuestras emociones pueden secuestrarnos. Esto es, en parte, un proceso fisiológico en el que un área del cerebro llamada amígdala, que juega un papel clave en el procesamiento de las emociones, entra en una sobrecarga. Estas son emociones reactivas; estamos respondiendo a algo en nuestro entorno externo. ¿Qué pasa cuando nuestra reacción emocional se autoimpone y estamos respondiendo a nuestro paisaje interior?

Los humanos no son fundamentalmente negativos, pero tenemos algo llamado sesgo de negatividad. Estamos programados para buscar el peor escenario posible. Es un mecanismo de supervivencia, que nos sirve tanto en el mundo fenomenal como en nuestras interacciones sociales. Cuando esa tendencia se casa con algún aspecto de una autopercepción menos positiva o una autoconversación negativa, puede crear una cascada de emociones que nos arrastre a un agujero de conejo de nuestra propia creación.

Trabajar con inteligencia emocional significa primero desarrollar un sentido de empatía: comprender y mantener el espacio para la experiencia de otra persona. Esto requiere una cierta cantidad de consideración y circunspección. Cuando estamos atrapados en una cascada emocional, una de las primeras cosas que sucede es que dejamos de pensar con claridad. Este estado de ánimo virtualmente excluye la reflexión e introspección necesarias para ejercer la auto empatía, lo que nos ayudaría a salir de ese agujero de conejo que ingeniosamente hemos ideado.

Antes de encontrarnos con la tolerancia de una cascada emocional y el consiguiente auto sabotaje, primero ideamos la historia que lo alimenta. En otras palabras, pensamos a nuestra manera. Esta historia se deriva de nuestra narrativa personal; una narración informada por nuestra cosmovisión. Esto incluye, entre otras cosas, nuestra autopercepción, el sentido de lugar en el mundo y el diálogo interno que acompaña a todo eso. En una palabra, es nuestra normalidad, y, siendo ese el caso, es poco probable que examinemos nuestra experiencia propia, simplemente dando por descontado la forma en que nos sentimos.

Por el contrario, cuando nos encontramos en las garras de una cascada emocional, tendemos a no poder pensar en nuestra salida. Esto se debe a dos razones: primero, estamos jugando a nuestra normalidad-'Esto es así y como me siento'- y, en segundo lugar, no estamos pensando con claridad suficiente para crear el espacio que necesitamos para ejercitarnos empatía, no importa la autocompasión. El atascamiento que experimentamos, los patrones que repetidamente se desarrollan y nos mantienen donde estamos, surge de nuestra incapacidad de mantener un espacio para nosotros mismos, como lo podríamos hacer por los demás.

La inteligencia emocional es una dinámica social en dos niveles. Primero, se trata de cómo nos relacionamos con los demás. Segundo, y de alguna manera, más importante aún, es cómo nos relacionamos con nosotros mismos: nuestra relación con nosotros mismos. El camino de la conciencia, la empatía y la compasión que son características de la inteligencia emocional se aplican a nosotros en nuestra relación con nosotros mismos, tanto como se aplican a los demás en nuestras otras relaciones. Comprender esto y ejercitarlo nos da un punto de partida para cambiar nuestra narrativa y desarrollar la auto empatía y la autocompasión.

Si, en un momento más tranquilo, tomamos el tiempo para establecer una conciencia de nuestros patrones, identificarlos y darnos permiso para mantener espacio para ellos, estamos mejor servidos para poder salir de nuestro agujero de conejo si caemos en eso. Al no hacerlo, nos perjudicamos a nosotros mismos, dejándonos arraigados en nuestro estancamiento en lugar de enraizados en nosotros mismos. Una vez que nos hemos dado cuenta de nuestros patrones y nos hemos dado este permiso, es más probable que veamos venir esa cascada emocional y, con el tiempo, podamos aprender a esquivar por completo el agujero del conejo.

    ¿Cuáles son sus pensamientos sobre la inteligencia emocional saboteadora? Me gustaría leer sus comentarios o contactarme para obtener más información.

    © 2017 Michael J. Formica, Todos los derechos reservados