Practica el amor propio para convertirte en un padre aún mejor

Mihai Blanaru/Shutterstock
Fuente: Mihai Blanaru / Shutterstock

Día tras día, los plazos, los horarios, las presiones financieras y las demandas sociales chocan con el trabajo de criar a los hijos, que ponen a prueba y desafían tanto como cautivan. Las difíciles presiones sociales nos piden que seamos trabajadores, socios y padres dedicados y de alto rendimiento, pero a menudo pueden hacernos sentir fracasados. La depresión, la ansiedad, la soledad, el agotamiento y el resentimiento con demasiada frecuencia definen nuestra vida cotidiana y afectan negativamente nuestra capacidad de padres con alegría y confianza.

Criar niños es difícil, pero una práctica de amor propio nos permite enfrentar los desafíos y experimentar verdaderamente los placeres de la paternidad. Aquí hay algunas estrategias para darse el regalo del amor propio. ¡Tú y tus hijos se lo merecen!

  1. Prioriza el cuidado personal y el sueño. El agotamiento y la falta de autocuidado son a menudo las características de la crianza de los hijos, ¡pero no tienen que serlo! De la mejor manera posible, concédase el mismo cuidado que le da a sus hijos, en términos de alimentación saludable, sueño y ejercicio. Comprometerse a cuidar de sí mismo es una de las peores cosas que puede hacer como padre, no solo en términos de modelado de roles, sino también porque es una afrenta directa a sus habilidades de crianza. Los padres agotados, agotados y enfermos experimentan una serie de estados emocionales negativos que pueden ser perjudiciales para su familia.
  2. Reconoce el dolor psicológico. Las lesiones psicológicas son tan importantes como las lesiones físicas. Un paso profundo hacia el amor propio es la curación emocional. Negarse a lidiar con el dolor pasado es arriesgado, ya que criar a los hijos inevitablemente desencadenará viejas heridas. Comprender y sanar nuestro dolor psicológico es la máxima expresión del amor propio.
  3. Objetivo para el optimismo. ¿Tienes un lado pesimista? Siempre temer o esperar lo peor hace que los padres sean ansiosos. Apuntar a un enfoque más optimista puede requerir volver a entrenar tu cerebro, pero vale la pena. Comience a tomar nota de cuándo su pensamiento negativo fue incorrecto, y comience a notar acciones y resultados positivos. Creer en ti y en los demás extenderá optimismo y alegría a tus hijos.
  4. Dense alabanza. Los niños nos empujan a nuestros límites, invocando sentimientos de inadecuación. En lugar de decirte a ti mismo que estás jodiendo, cambia tu enfoque en lo que va bien. Dedique un tiempo cada día a concentrarse en lo que le ofrece a su hijo y en lo bien que lo está haciendo. Dése una palmada en la espalda por pequeños logros. Al adquirir el hábito de elogiarse a sí mismo, puede reducir la culpa innecesaria que tantos de nosotros los padres experimentamos.
  5. Perdónate a ti mismo. Todo el mundo se cansa y se irrita a veces, y todos los padres dicen cosas que desearían poder recuperar. Intenta ser tan indulgente consigo mismo como lo eres con los demás. La aceptación y el perdón son esenciales para cualquier relación saludable, ¡incluso su relación consigo mismo!
  6. Centrarse en la gratitud El poder de la gratitud puede haberse convertido en un cliché de los medios sociales, pero este importante componente del amor propio no debe ser ignorado. Los niños ofrecen numerosas razones para estar agradecidos, incluyendo su salud, logros y amor incondicional. Estar agradecidos por los momentos grandes y pequeños amplía nuestro bienestar y autoestima. Intente terminar cada día con un gesto de gratitud y observe los beneficios.
  7. Establecer recompensas e indulgencias. Criar a los hijos es difícil, así que establezca algunas recompensas e indulgencias en el camino. Tal vez una noche fuera como recompensa por ir al baño o ayudar a su hijo durante los exámenes de mitad de período. Cada día de la madre, esperaba comprar un par de zapatos nuevos para la primavera. Es un recordatorio ritual de que mi arduo trabajo merece reconocimiento. Criar niños puede ser un trabajo ingrato. ¡Mócete un poco!
  8. Deja ir objetivos irreales. ¿Te estás manteniendo metas inalcanzables? Prepararte para el fracaso es lo opuesto al amor propio. Solo vestir a sus hijos y llegar a la escuela a tiempo puede ser un desafío. Agregue la carga adicional de actividades extracurriculares, mantenerse saludable, presiones de trabajo, y usted tiene una situación insostenible. Es posible que haya que hacer concesiones a sus objetivos para que no se arruine y falle usted y sus hijos. Los horarios y el equilibrio trabajo / familia son siempre un trabajo en progreso, ¡así que muéstrate un poco de amor y inclina la balanza a favor del éxito!
  9. Comience a decir que no. Muchos de los padres queremos ser buenos ciudadanos y apreciados, por lo que nos sentimos presionados a asumir tareas y responsabilidades para las que realmente no tenemos tiempo ni energía. Decir que sí puede hacerte popular, pero puede ser a expensas de tu alegría y bienestar. Dese el tiempo y la energía extra. La verdadera alegría proviene de acciones que son autodirigidas y no vinculadas a la obligación.
  10. Plan aventuras. Escapar de nuestra rutina diaria produce notables beneficios psicológicos para usted y sus hijos. Los paisajes naturales han demostrado reducir el estrés. Desconecte, salga, respire y explore la belleza de la naturaleza, ya sea en la playa o en el parque de la ciudad. Sus hijos lo amarán por ello, pero, lo que es más importante, cuando se sumerja en una nueva experiencia, apreciará mejor su propio valor sin el estrés y el caos de la vida cotidiana.

Muchos de nosotros deseamos estos regalos de amor propio a nuestros hijos, pero no los modelamos. En lugar de simplemente desearlos en sus hijos, muéstreles cómo se hace. Las recompensas se desbordarán a medida que usted y sus hijos cosechen la bondad de la autoestima, el bienestar y el amor propio.