¿Tienes permiso para florecer?
¿De quién soy el permiso? Bueno, fundamentalmente tuyo. A medida que crecemos, nuestros padres y cuidadores nos dan toda clase de prohibiciones y permisos y, a veces, maybes. Por ejemplo, nuestros padres pueden creer que ser perezoso es un vicio. "La gente perezosa no merece cosas buenas en la vida; solo las personas trabajadoras lo […]