10 pensamientos defectuosos que ocurren en el trastorno dismórfico corporal

El trastorno dismórfico corporal se caracteriza por una obsesión persistente con un defecto percibido en la apariencia física. Es un caso en el que las preocupaciones de apariencia normal se convierten en una obsesión y comienzan a interferir con la vida de una persona. BDD ahora se clasifica dentro de la agrupación DSM-5 Obsessive-Compulsive and Related Disorders (Fang y Wilhelm, 2015). Al igual que otros problemas médicos, BDD varía desde casos relativamente leves a más graves.

Las personas con TDC pueden sentir disgusto por cualquier parte de su cuerpo (p. Ej., Cabello, piel, nariz, pecho o estómago). En realidad, un defecto percibido puede ser solo una leve imperfección o algo que otras personas no notan particularmente. Pero para alguien con TDC, la falla es significativa y prominente, a menudo causando un dolor emocional severo que interfiere con su vida. Los "defectos" están más en sus mentes que en sus cuerpos.

Los siguientes describen el pensamiento distorsionado más común que aflige a las personas con TDC. Estos contenidos de pensamiento son cosas que la terapia cognitivo-conductual pretende cambiar (Jefferies-Sewell, et al., 2017).

1. Imaginación fealdad. Las personas con BDD están completamente convencidas de que sus fallas de apariencia son reales, y creen que se ven feas o deformadas de alguna manera cuando en realidad no lo son. Como consecuencia de esta creencia, aproximadamente del 27 al 76.4 por ciento de las personas con TDC buscan soluciones cosméticas para sus problemas, incluidos los procedimientos quirúrgicos, dermatológicos y dentales (Phillips, 2005). Estos procedimientos generalmente no son beneficiosos.

2. Enfoque excesivo. Las personas con TDC se centran demasiado en los pequeños detalles de su apariencia en lugar de en el "panorama general" de cómo se ven. Actúan como si los estuvieran mirando a través de binoculares. El exceso de autoestima les impide ver otros aspectos de su apariencia (Phillips, 2005).

3. Sensibilidad estética. Las personas con BDD creen que su apariencia es muy importante (Neziroglu, et al., 2008). Confunden el atractivo con la felicidad, por ejemplo, "Solo puedo ser feliz si mi apariencia mejora".

4. Se están burlando de cómo me veo. Este sesgo se conoce como pensamiento referencial. El pensamiento referencial consiste en una creencia falsa de que otras personas prestan especial atención al defecto imaginado, por ejemplo, "Estoy convencido de que la persona está mirando mi cuerpo gordo".

5. pensamientos intrusivos. Las personas con BDD experimentan pensamientos y / o imágenes intrusivas. Piensan en sus defectos reales o percibidos durante horas todos los días. Se sienten impotentes sobre ellos. Y no les creen a las personas que les dicen que se ven bien. Se ven a sí mismos en términos de su apariencia imperfecta y suponen que otros deben estar haciendo lo mismo.

6. Control de impulso. Los pacientes con BDD exhiben un control de impulso pobre, por ejemplo, no pueden resistir el impulso de realizar cirugía estética para "corregir" los defectos percibidos.

7. BDD por proxy. También se preocupan excesivamente por las apariencias de otras personas, por ejemplo, cónyuge, hijo o hermano.

8. Comparación de apariencia. Las personas con TDC con frecuencia y en silencio comparan sus partes específicas del cuerpo con las de los demás (por ejemplo, un hermano más atractivo), a menudo concluyen que son menos atractivas (Neziroglu, et al., 2008). Las comparaciones se asocian con una mayor insatisfacción corporal, especialmente si la comparación se realiza con personas objetivo que se consideran más atractivas.

9. Comportamientos de búsqueda de seguridad. Cuando están físicamente cerca de una persona que se percibe como más atractiva, las personas con TDC tienen más probabilidades de recurrir a un comportamiento protector de búsqueda de seguridad, como camuflar el defecto percibido, evitar el contacto visual o escapar de la situación (Fang y Wilhelm). , 2015).

10. Sufrimiento en secreto. BDD a menudo se describe como un desorden silencioso. De hecho, los pacientes con TDC a menudo se sienten demasiado avergonzados como para revelar su preocupación a alguien o para buscar tratamiento psiquiátrico por sus preocupaciones sobre la apariencia. Pueden estar preocupados de que otros los consideren vanos (Fang y Wilhelm, 2015).

By Staff Sgt. Corey J. Hook/Wikimedia Commons
Fuente: Por el sargento Corey J. Hook / Wikimedia Commons

La terapia cognitivo-conductual (TCC) enseña a los pacientes a reconocer los pensamientos irracionales y cambiar los patrones de pensamiento negativos. La terapia cognitiva enfatiza la necesidad de ampliar la base de su autoestima para incluir factores distintos a la apariencia (p. Ej., Talentos, inteligencia, valores morales). Por ejemplo, aprenden a observar y describir su apariencia de una manera consciente, holística y sin prejuicios (Wilhelm et al 2013).