Abordar el desequilibrio de género de STEM

¿Qué podemos hacer para cambiar los estereotipos de género en las industrias y en la sociedad en general?

Históricamente, hombres y mujeres han ocupado diferentes ámbitos en la sociedad; Los hombres tradicionalmente han dominado la esfera de trabajo, mientras que las mujeres fueron relegadas a la esfera de origen.

Aunque el lugar de trabajo ahora está poblado por hombres y mujeres, nuestra sociedad aún refleja los vestigios de este patrimonio cultural: las mujeres constituyen la mayoría de los trabajadores en ocupaciones que están asociadas con su rol histórico de cuidadora (por ejemplo, enfermeras), mientras que los hombres en El mercado laboral continúa ocupando de manera desproporcionada un estatus más alto y posiciones mejor pagadas.

Este desequilibrio de género es particularmente pronunciado en los campos STEM: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Según un informe de 2018 realizado por la National Science Foundation, las mujeres representan solo el 28 por ciento de la fuerza laboral en estos sectores, a pesar de que obtienen aproximadamente la mitad de todos los títulos STEM. En particular, el porcentaje de trabajadoras de STEM sigue siendo el más bajo en ingeniería, donde las mujeres representan solo el 15 por ciento de la fuerza laboral.

Los estudios muestran que la representación insuficiente de las mujeres en STEM se puede atribuir a la presencia de creencias tanto explícitas como implícitas sobre el género. Las creencias explícitas reflejan evaluaciones conscientes y controlables; por lo general, se miden con escalas autoinformadas (por ejemplo, cuestionarios). Se cree que las creencias implícitas reflejan evaluaciones automáticas que ocurren fuera del conocimiento y control de alguien; estos generalmente se evalúan utilizando medidas indirectas, como la prueba de asociación implícita (IAT).

Un estudio experimental doble ciego demostró que, en ciertas facultades académicas, la decisión de seleccionar a un estudiante masculino en lugar de femenino para un puesto de gerente de laboratorio (además de ofrecerle un salario inicial más alto y más tiempo de tutoría) se asoció con la creencia que las mujeres son menos competentes que los hombres De manera similar, un estudio experimental mostró que los candidatos masculinos tenían el doble de probabilidades de ser contratados para realizar una tarea aritmética que los candidatos femeninos. En el mismo estudio, también se creía que eran más adecuadas que las mujeres a las disciplinas científicas. Estos resultados están en línea con investigaciones recientes que informan que las mujeres están subrepresentadas específicamente en disciplinas que se cree que requieren “talento innato”, como las matemáticas, porque se considera explícitamente que carecen de aptitud natural.

Además, se ha demostrado que las creencias de género pueden influir en el desempeño de un individuo, lo que podría afectar su trayectoria profesional y las decisiones de vida posteriores. Un estudio internacional, que recopiló datos en 34 países durante 8 años, mostró que en el Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TMSS), el rendimiento de los estudiantes de 8º grado de hombres y mujeres se correlacionó con las creencias de que los hombres son más expertos en ciencias que las mujeres. Es decir, en las naciones que se adhieren más a los estereotipos que asocian la aptitud científica con el género, los niños y las niñas demostraron disparidades más significativas en sus puntuaciones de TMSS.

¿Qué podemos hacer para cambiar estas creencias profundamente arraigadas y reducir su contribución al desequilibrio de género en STEM?

1. Conciencia

La conciencia es el primer paso hacia la igualdad social entre mujeres y hombres. Al ser conscientes de que existen estereotipos de género, además de cómo operan y cómo pueden influir en nuestro comportamiento, podemos actuar con mayor atención y promover la igualdad de oportunidades y la equidad.

2. Deseo de cambio.

Reducir los desequilibrios de género requiere un deseo de cambio. La sociedad no puede cambiar si sus miembros no tienen ningún deseo de hacer el trabajo.

Las principales orquestas sinfónicas de los Estados Unidos representan un ejemplo significativo de cómo el deseo de cambiar puede llevar a una reducción de la disparidad de género en campos específicos. Durante décadas, la mayoría de los músicos de las orquestas sinfónicas de Estados Unidos fueron hombres; las mujeres representaban solo el 10 por ciento de los miembros. Este desequilibrio entre hombres y mujeres motivó a varias orquestas a adoptar audiciones a ciegas, en las cuales los jueces seleccionan a los instrumentistas solo de forma auditiva. Esta simple modificación aumentó significativamente la proporción de mujeres en orquestas sinfónicas.

3. Investigación

Un instrumento crucial para producir cambios en las creencias de género es la investigación científica. Durante las últimas dos décadas, los científicos sociales se han centrado en crear intervenciones y estrategias para reducir las creencias dañinas sobre el género. Por ejemplo, se ha demostrado que la exposición a mujeres exitosas, como la facultad femenina, puede reducir la creencia en las estudiantes universitarias de que los hombres están más estrechamente asociados con las posiciones de liderazgo y las disciplinas científicas que las mujeres. De manera similar, los investigadores de la Universidad de Colorado mostraron que los estereotipos que representan a las mujeres como débiles podrían disminuir al pedirles a las personas que imaginen personalidades y acciones fuertes de las mujeres.

Curiosamente, investigaciones recientes demuestran que las creencias sociales pueden cambiarse al interferir directamente con las áreas del cerebro que están involucradas en producirlas y mantenerlas. En particular, se ha demostrado que el uso de la estimulación cerebral no invasiva (NBS, por sus siglas en inglés), un procedimiento que permite a los investigadores producir cambios en la actividad neural mediante la inducción de pulsos magnéticos o una corriente de baja intensidad en el cerebro, puede disminuir el estereotipo de la ciencia de género.

Reducir los estereotipos de género en STEM no solo es crucial para el desarrollo de una sociedad más democrática; También es necesario tanto para el crecimiento económico como para la innovación nacional. Solo al concentrarnos en el talento de sus ciudadanos, y no en sus características no relacionadas, como el género, podemos aumentar la productividad, el bienestar y el progreso científico en la sociedad en general.

Referencias

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