Cómo bailar bajo la lluvia

¡Saludos de año nuevo!

Necesitamos compartir nuestras historias inspiradoras. Este, narrado por una enfermera, ocurrió en una concurrida clínica a las 8:30 de la madrugada. Un anciano de unos 80 años llegó para que le quitaran puntos de su mano y le dijo que tenía prisa porque tenía otra cita a las 9 en punto.

Mientras atendía los diversos pasos en cualquier visita médica, la enfermera notó que seguía mirando su reloj. Cuando ella le preguntó si tenía otra cita con el médico, él respondió: "No, pero tengo que ir al asilo de ancianos para desayunar con mi esposa".

Cuando la enfermera preguntó por su salud, el caballero respondió que tenía Alzheimer, y que siempre se acercaba a la mañana a primera hora para estar con ella. Ella le preguntó si su esposa estaría molesta si llegaba un poco tarde. "No, probablemente no lo sea, porque no me ha reconocido durante varios años".

Sorprendida, la enfermera preguntó: "¿Y todavía vas todas las mañanas a pesar de que no sabe quién eres?"

Sonrió, acarició la mano de la enfermera y respondió: "Ella no me conoce, pero aún sé quién es ella".

La enfermera, conteniendo las lágrimas al irse, pensó para sí misma: "Ese es el tipo de amor que quiero en mi vida".

Este tipo de amor acepta todo lo que trae la vida, incluidos los estragos de la demencia o cualquier enfermedad gravemente debilitante. Está más allá de los conceptos ordinarios sobre lo que es el amor. Como dice el refrán: las personas más felices no necesariamente tienen lo mejor de todo; ellos solo hacen lo mejor de todo lo que tienen. O para decirlo de otra manera, "la vida no se trata de cómo sobrevivir a la tormenta, sino de cómo bailar bajo la lluvia".

Bendiciones,

Olivia

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