Cómo detectar noticias falsas

El conocimiento importa ahora, tal vez más que nunca. Todos tenemos la capacidad de ver a través de mentiras y protegernos de la información errónea, pero esas capacidades deben ser perfeccionadas, ejercitadas y fortalecidas a diario.

Internet abunda en noticias falsas y tergiversaciones. Aquí hay algunas sugerencias para ayudar a vadear el fango y obtener mejor información.

Primero, admite que a veces no entendemos. El mundo es un lugar enormemente complejo, y la política, la economía y las relaciones sociales contemporáneas pueden volverse realmente complicadas. La gran cantidad y densidad de información en la web es abrumadora. Los humanos tenemos cerebros particularmente impresionantes, y una de sus principales funciones es ayudarnos a identificar cuándo las cosas no tienen sentido. Estar confundido o no seguir una discusión es una parte normal de la función cerebral, especialmente cuando implica pensar en algo que está fuera o que contradice nuestras experiencias. Admitir que no comprendemos completamente cómo funciona el mercado de valores o qué es gerrymandering es un primer paso crítico para desafiar las noticias falsas. Abrazar el hecho de que siempre tenemos más que aprender nos hace mejores pensadores, mejores maestros también.

En segundo lugar, comience el proceso de desafiar lo que leemos en la web preguntándonos por qué estamos de acuerdo o en desacuerdo con él a nivel intuitivo. ¿Nuestra reacción proviene de nuestra propia experiencia de vida? ¿Qué aprendimos en la escuela? ¿Un libro o artículo que hemos leído? Declaraciones de un miembro de la familia de confianza, socio, amigo o compañero de trabajo? Simplemente "parece" ¿verdad? A menudo estamos de acuerdo o en desacuerdo con la información no porque la hayamos pensado, sino porque "concuerda" con lo que creemos. Demasiado a menudo aceptamos nuestras respuestas instintivas en lugar de detenernos a considerar la información desde un punto de vista crítico. Cuando adoptamos una idea porque "se ajusta" a nuestras creencias, estamos mostrando un sesgo. Todos los tenemos. Pero no podemos aprender nada nuevo, o ver lo suficientemente claro como para desafiar las noticias falsas, hasta que reconozcamos cuáles son nuestros prejuicios.

Una vez que hemos descubierto nuestro sesgo hacia un poco de información, podemos abordar el trabajo realmente difícil: averiguar si la información es verdadera o no.

Para determinar si una información es confiable, necesitamos conocer sus orígenes. Idealmente, queremos contenido editorialmente curado o al menos examinado. La información que se controla a través de la revisión por pares u otra forma de supervisión rigurosa es la mejor. Los sitios que no tienen evidencia de verificación de hechos o simplemente ofrecen una colección insignificante de "expertos" para todas sus copias de seguridad son incompletos. Siempre que alguien sea etiquetado como "experto", revise sus credenciales y lo que han dicho antes. Una búsqueda en Google puede hacer maravillas al exponer a las personas que pretenden representar más capacitación / habilidad y menos parcialidad de la que realmente tienen.

Las fuentes importan "Lo sé", "Dicen", "mucha gente está diciendo", "todo el mundo sabe", "las fuentes dicen", "lo tengo de buena inteligencia", "dicen los que saben", "los de adentro me dicen: "Y cualquier cosa en esta línea NO son fuentes válidas. Estas frases son herramientas que se utilizan para tratar de captar nuestros sentimientos viscerales, nuestros prejuicios, para eludir las capacidades de pensamiento crítico de nuestro cerebro. Lo mismo aplica para ciertos usos de estadísticas y números. Si un sitio presenta estadísticas, cuadros, gráficos o números sin indicar de dónde provienen, tenga cuidado (las estadísticas deben provenir de la investigación, no de la nada). Esto también aplica el uso de porcentajes. Si alguien afirma que "el 45 por ciento de las personas piensa X, Y o Y", pero no nos dice cómo se llegó a ese porcentaje, ni de dónde provienen los datos, no confíe en él.

Una forma de determinar si una información es válida es buscar declaraciones comparables o de apoyo en sitios de universidades e institutos de investigación, agencias gubernamentales no partidistas (como los Centros para el Control de Enfermedades o la Oficina del Censo de EE. UU.) Y organizaciones académicas (organizaciones nacionales de Antropólogos, Psicólogos, Biólogos, Historiadores, etc.). Estos sitios a menudo recomiendan lecturas sugeridas de alta calidad y enlaces a información básica sobre los temas en los que se enfocan. Priorizan la educación y citan sus fuentes. Muchas fundaciones privadas y públicas también tienen sitios web valiosos, pero uno debe evaluar cuidadosamente sus misiones y partidarios financieros para observar qué tipos de sesgos pueden estar presentes. Quien paga / apoya un sitio puede decirnos mucho (aunque no todo) sobre el contenido en ese sitio.

Los principales sitios web de periódicos y sitios de canales de noticias pueden ser buenos puntos de partida, pero solo unos pocos ofrecen informes detallados que no son excesivamente tendenciosos. Los recursos completos, y por lo tanto menos sesgados o menos sesgados, ofrecerán opiniones variadas, especialmente en sus páginas editoriales. Además, si la cobertura de eventos nacionales y mundiales está en formatos de ensayo más largos, con múltiples fuentes que contribuyen a sus historias, esto sugiere un periodismo real, no solo un puesto. Una buena regla general es centrarse en los sitios donde hay una cobertura más profunda en lugar de una repetición constante de frases de captura, noticias breves y llamativos titulares coloridos.

Para historias básicas, definiciones y contextos, incluso Wikipedia puede ser una herramienta decente para localizar información inicial, pero no es totalmente confiable como fuente primaria de datos y análisis. Google Scholar es una cámara de compensación útil para encontrar artículos académicos que puede ser una herramienta valiosa cuando realmente queremos profundizar en un tema. Los sitios web individuales pueden ser confiables, pero con demasiada frecuencia no lo son. Sin ningún control de calidad, evaluación o supervisión, siempre deben tratarse con cierta dosis de escepticismo. Los mejores tipos de sitios privados ejecutados son aquellos que documentan de dónde proviene su información (para que podamos verificarla) y conectan a los lectores con la investigación original o la documentación de los eventos que inspiraron los blogs y las historias.

No debemos aceptar pasivamente toda la información que está disponible, sin importar cuán verdadera sea nuestra intención. Los humanos tenemos cerebros asombrosos y una tecnología increíble, no permitamos que ninguno de los dos se desperdicie. La verdad está ahí afuera, hagamos todo lo posible para intentar encontrarla.