Deje de perder el dinero

Los ácidos grasos Omega-3 son una familia de grasas que ocurren naturalmente; tres de ellos, el ácido α-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico y el ácido docosahexaenoico (DHA) son componentes importantes de la dieta humana. Algunos estudios recientes han concluido que los ácidos grasos omega-3 deficientes pueden afectar la fisiología del cerebro y aumentar el riesgo de deterioro cognitivo. Superficialmente, esta afirmación tiene sentido. Después de todo, el DHA es abundante en el cerebro y está involucrado en numerosas funciones críticas. ALA, o algo en lo que se convierte una vez que se consume, exhibe un potente efecto antiinflamatorio en el cerebro. Finalmente, el DHA podría mejorar los procesos de aprendizaje y memoria en el cerebro.

Se ha afirmado que la ingesta dietética de omega-3, principalmente de pescado, disminuye o no tiene efecto sobre el deterioro cognitivo y la incidencia de demencia. El problema es que, hasta el momento, todos los ensayos clínicos han incluido muy pocos pacientes o se han llevado a cabo durante periodos de tiempo bastante breves. Por lo tanto, los resultados tendieron a ser bastante variables y potencialmente engañosos. Con el tiempo, a medida que los estudios se volvieron más sofisticados e involucraron a más y más pacientes durante periodos de tiempo más largos, los efectos de los omega-3 se hicieron mucho menos evidentes.

Recientemente, un estudio publicado en Alzheimer & Dementia dio seguimiento a casi tres mil personas (de un grupo inicial de 5600), con edades entre 60 y 80 años, durante 40 meses. Sus dietas diarias, medicamentos y estado de salud fueron monitoreados cuidadosamente. Los pacientes y sus controles se emparejaron cuidadosamente para el nivel educativo, los hábitos de fumar, el consumo de alcohol, etc.

En pocas palabras, la ingesta de omega-3 (como pescado o suplemento) no proporcionó ningún beneficio. El deterioro cognitivo no se vio afectado.

¿Qúe significa todo esto? ¡Un solo buen hábito dietético no es suficiente para proporcionar protección a tu cerebro! Olvídese de los suplementos caros y simplemente coma pequeñas cantidades de muchos alimentos diferentes. Evite casi cualquier cosa de una vaca o un cerdo. Obviamente, sugerir que no debe comprar costosos suplementos dietéticos va en contra de todo lo que ha escuchado de las personas que venden estos productos. Mi mantra: ahorre su dinero y salve su cerebro.

© Gary L. Wenk, Ph.D. Autor de Your Brain on Food (Oxford University Press)