¡Detener! No te cases con tu futuro ex marido.

Estos seis consejos asegurarán que no te cases con tu futuro ex marido.

Enamorarse no nos dice absolutamente nada sobre si una relación en particular es saludable o buena para nosotros. Cuando las emociones golpean, podemos evaluar a un posible socio con menos objetividad de la que usaríamos para seleccionar una compra importante.

No compraríamos un auto usado en el lote solo porque se veía muy bien y nos sentimos cómodos conduciendo. Revisamos su historial y preguntamos por los hechos, con nuestro radar fuera para detectar deshonestidad o exageración. Podríamos consultar con un vecino que piense con claridad y que sea respetuoso con el automóvil. Y entraríamos en negociaciones con algunos criterios propios que rompieron acuerdos, tal vez aire acondicionado, buen kilometraje y bolsas de aire.

Por supuesto, evaluar a un socio potencial no es lo mismo que comprar un automóvil. Dicho esto, no es una mala idea considerar este mismo enfoque, junto con lo que tu corazón te dice.

Tal vez sea útil considerar estos seis consejos para evitar casarse con su futuro esposo.

* Disminuye las cosas y llega a conocerlo lo mejor posible.

* No aísle su relación con él de otras relaciones importantes, incluso si dice que quiere pasar tiempo solo con usted. No lo conocerás realmente si no lo observas entre tus amigos, tu familia y la suya.

* No silencies tu voz ni evites conflictos para preservar la armonía de las relaciones. Di lo que piensas, sientes y crees sobre las cosas que importan.

* No cuentes con la calidad de tu amor ni con tus regaños para crear cosas en el futuro que no están ahí para empezar.

* Haga una lista de lo que no es negociable para usted en un compañero. Salga más temprano que tarde si hay una gran bandera roja ondeando en su cara.

* Mantenga su enfoque principal en sus propios objetivos y plan de vida, lo que lo pondrá en una posición más firme, pase lo que pase con un hombre en particular.

Solo cuando permanecemos en una relación a lo largo del tiempo y la evaluamos tanto con la cabeza como con el corazón, podemos comenzar a ponerla a prueba. Esto implica hablar mucho para que los puntos conflictivos, sean los que sean, se puedan hablar abiertamente.

Finalmente, nunca olvide que hay muchas posibilidades de intimidad y conexión en este mundo que no sean el emparejamiento.