El día del padre se preocupa por el calendario emocional

Feliz día del padre , todos. Así es, todos. Ya sea que hayas tenido una relación cercana o distante con tu propio padre, seas o no un buen padre en particular, ya sea que te importe mucho reconocer este día o que realmente no te importe, deja que este día sea ​​al menos un reconocimiento momentáneo de lo que la paternidad puede significar para usted.

Aquí hay un día que tipifica las vacaciones "Hallmark". ¿Cuándo fue esto realmente inventado? ¿La idea era realmente vender tarjetas de felicitación? En América, el Día del Padre se originó a principios del siglo XX y ha sido atendido por numerosos Presidentes de los EE. UU., Convirtiéndose en una fiesta nacional permanente en 1972. Vivimos en una cultura que reconoce y recuerda fechas potencialmente importantes en el calendario por infinidad de razones . La pregunta clave es si el Día del Padre es un día importante en El Calendario Emocional para usted, en su calendario emocional. Pregúntate, por favor, ¿por qué o por qué no?

La reflexión de Mi Día del Padre me lleva desde mi abuelo materno hasta mis propios hijos (que son lo suficientemente mayores como para tener hijos propios, lo que me convertiría en un abuelo al que, afortunadamente, ni ellos ni yo estamos emocionalmente preparados, como todavía). Así que mi propio padre, a quien llamé esta mañana tan pronto como me desperté, tiene una gran importancia, aunque en un contexto más amplio. Cuando reflexiono sobre el Día del Padre, estoy reflexionando sobre la comprensión, el anhelo y sobre lo que realmente significa "levantarme". En esta vida, en la que a veces tenemos que deambular demasiado para encontrar las respuestas que están más a menudo allí en nuestro corazón, a menudo estoy buscando inspiración. ¿Qué hace un padre? ¿Cómo decide un padre? ¿Qué significa ser un gran papá? ¿Puede uno ser un gran papá, o incluso un papá lo suficientemente bueno, y aún así ser un verdadero ser humano, tan defectuoso como todos somos y lejos de ser perfectos?

Al esforzarme por ser un gran papá, he descubierto que ser emocionalmente más presente, más justo, más claro y más cuidadoso, junto con el amor, por supuesto, que surge de manera tan natural. Mantener el sentido del humor, aceptar que no soy perfecto y aprender sobre la marcha ha demostrado ser extraordinariamente útil. ¿Debo reflexionar tanto sobre todo esto? Yo digo si. No necesariamente hoy. ¿Pero por qué no? El día del padre brinda justo esa ocasión. Ahora es el momento de encender la barbacoa y esperar a que llamen mis hijos.