En mi última publicación de blog, hablé sobre el reciente aumento en los incidentes de hostigamiento y odio desde la elección del 7 de noviembre que ha sido documentada en varios espacios, de manera más exhaustiva por Southern Poverty Law Center. Ofrecí recursos y consejos para ayudar a los educadores y a los padres a seguir creando climas escolares seguros y de afirmación a medida que los estudiantes se sienten más audaces a la hora de expresar creencias racistas, sexistas, islamofóbicas y xenófobas.
Sabemos que el clima escolar es importante para la persistencia, pertenencia y seguridad de los estudiantes, pero bajo No Child Left Behind (NCLB) no hubo responsabilidad para que las escuelas construyan y evalúen su éxito en la creación de climas escolares seguros y equitativos. Bajo la nueva legislación federal que reemplaza a NCLB, la Ley Cada Estudiante Triunfa o ESSA, tenemos una nueva oportunidad para elevar y enfatizar la importancia de medir y mejorar el clima escolar.
Por ejemplo, las Escuelas Públicas de Denver recientemente implementaron una nueva medida llamada el "indicador de equidad" como parte de su nuevo sistema de calificación escolar. Suena prometedor; desafortunadamente, este indicador aún se basa principalmente en el rendimiento de los estudiantes en pruebas estandarizadas y no toma en cuenta otros factores que impactan las oportunidades educativas equitativas tales como:
En un informe de política publicado por el National Educational Policy Center el 15 de noviembre, junto con mis coautores, defiendo el uso de un nuevo elemento de ESSA para ayudar a las escuelas a priorizar la evaluación y mejora del clima escolar utilizando la nueva porción de indicadores "no académicos" de la Ley. El informe está diseñado para ayudar a los estados a seleccionar, diseñar e implementar nuevos sistemas de evaluación que los ayudarán a medir y seguir sistemáticamente el progreso hacia el aumento de las oportunidades educativas y la mejora del clima escolar.
Con la composición del Departamento de Educación en cuestión bajo un nuevo presidente electo Trump, es importante para los líderes educativos y los departamentos estatales de educación poner en marcha planes que mejorarán el aprendizaje y las experiencias laborales de los estudiantes y docentes en nuestra escuelas publicas. Hemos aprendido de NCLB que lo que se mide tiene prioridad y podemos usar esto como una oportunidad para arrojar luz sobre la importancia y el impacto de mejorar las oportunidades para aprender y el clima escolar.
Además de las recomendaciones de política e investigación proporcionadas en el informe, los educadores y los padres pueden hacer varias cosas para mantener sus escuelas y distritos locales en movimiento hacia entornos escolares más equitativos y seguros:
Las escuelas públicas están diseñadas para servir los intereses de todos los niños y familias de nuestro país. Para que la democracia funcione, todos debemos invertir en el éxito de nuestras escuelas. Espero que estas sugerencias y recursos lo ayuden a ser un mejor defensor de los estudiantes en sus escuelas locales.