¡Buenos días, Atlántida!
Amo Miami. Todo: desde el clima envidiable, el agua, las playas, a los conductores caprichosos y la descortesía asombrosa de grandes sectores de la población. No me limito a aceptarlo: lo abrazo, en su totalidad. Por otro lado, debo reconocer que Miami es una afrenta a la naturaleza. Construir una ciudad en un sitio que […]