¿Son nuestras acciones virtuosas o malvadas?

Mientras reflexiono sobre vivir una vida moral durante la administración Trump, recurro a Martin Luther King. Explicó cómo se relacionan "los males triples del racismo, la explotación económica y el militarismo" y nos instó a combatir estos males en nuestra sociedad para que las personas vivan juntas con paz y prosperidad.

Clair Brown
Fuente: Clair Brown

Vivir moralmente significa que debemos reconocer las acciones malvadas y luego detenerlas. ¿Cómo reconocemos las acciones malvadas, tanto en nuestras vidas diarias como en las políticas gubernamentales? El budismo dice que juzgar las acciones por su impacto en las personas y las acciones virtuosas en la tierra conducen al beneficio (buenos resultados) y las acciones malvadas conducen al daño (malos resultados).

Cuando nuestras creencias contradicen la realidad, causan problemas. El racismo que trata a un grupo de personas como inferior a otro causa un gran daño; la explotación económica donde las personas consumen productos lujosos fabricados por personas que viven en la pobreza causa un gran daño; y el militarismo donde un país bombardea otro país que mata a madres e hijos y destruye viviendas causa un gran daño. Por estos resultados dañinos, sabemos que estas acciones son malas. En la economía budista, las personas no deben emprender acciones que dañen a otras personas o seres o dañen el planeta. En cambio, nuestro objetivo es emprender acciones virtuosas que alivien el sufrimiento y traigan beneficio a todos los seres y la tierra. (Payutto, economía budista , 1988)

Vamos a aplicar esto a las políticas económicas que están discutiendo la administración Trump, que está utilizando un modelo económico de libre mercado que ignora el mal y la moralidad. La economía de libre mercado se basa en la creencia de que las personas gastan su dinero sabiamente y compran lo que más les agrada. Este resultado se considera óptimo sobre la base de que todos saben lo que es mejor para ellos mismos. El modelo de mercado libre otorga una gran importancia al individualismo y la libertad egocéntrica, y al consumo cada vez mayor. Mientras tanto, el daño a los demás o al planeta causado por la acción (o inacción) del gobierno es ignorado, y las actividades económicas no son juzgadas como malas o virtuosas.

Sin embargo, la sociedad puede ver el daño al mundo real. Para combatir el mal y crear paz y prosperidad, las personas de todo el mundo pueden cuidarse mutuamente y cuidar a la Madre Tierra. La Economía Budista (Brown, 2017) enseña que tenemos la responsabilidad moral de exigir que nuestro país tenga políticas económicas que protejan a las personas y al planeta, y creen bienestar para todos.

Como Ven. Payutto escribe ( Economía budista , cap.1):

Nuestra ética y el comportamiento que fluye naturalmente
de nuestra ética, contribuyen a las causas y condiciones
eso determina quiénes somos, el tipo de sociedad que
vivir en y el estado de nuestro medio ambiente.