Cómo se relaciona el sexo con tu cerebro a medida que envejeces

Erika Witlieb/Pixabay, used with permission.
Fuente: Erika Witlieb / Pixabay, utilizada con permiso.

En 2016, los investigadores de la Universidad de Coventry en el Reino Unido publicaron los resultados de su investigación que muestran que los hombres y las mujeres mayores que son sexualmente activos puntúan constantemente más alto en las pruebas de función cognitiva que aquellos que no están activos. En junio de 2017, los mismos investigadores publicaron los resultados de un estudio de seguimiento diseñado para identificar qué funciones cognitivas, específicamente, se mejoraron y si la actividad sexual más frecuente se relacionó con un mayor nivel de mejoría. Para los fines de estos estudios, la actividad sexual se definió como caricias / caricias, relaciones sexuales o masturbación.

Setenta y tres participantes del estudio (de 50 a 83 años) completaron cuestionarios sobre salud, estilo de vida y frecuencia sexual, así como Addenbrooke's Cognitive Examination III (ACE-III) para medir la atención, la memoria, la fluidez, el lenguaje y la capacidad visoespacial. Los resultados de este segundo estudio confirmaron los hallazgos generales del primero y fueron más allá para mostrar que los hombres y las mujeres sexualmente activos habían aumentado puntajes específicamente en las áreas de fluidez verbal y capacidad visoespacial.

En las pruebas de fluidez verbal, a los participantes se les asigna una categoría específica y deben presentar la mayor cantidad posible de palabras relevantes dentro de un tiempo limitado. Por ejemplo, inventar tantas palabras como puedan que comiencen con F en 60 segundos. La fluidez verbal de uno mide áreas específicas de la función ejecutiva en el cerebro. La capacidad visoespacial se puede medir mediante tareas tales como dibujar o recordar la ubicación de los elementos de la memoria.

Los investigadores sospechan que la razón biológica de este vínculo entre la actividad sexual y las áreas específicas de la cognición está relacionada con la dopamina, el neurotransmisor que regula las emociones placenteras y nos empuja a buscar actividades que nos hagan sentir bien. Se sabe que la actividad sexual aumenta la producción de dopamina, que también modera la memoria de trabajo, el enfoque y la atención, y controla el flujo de información en todo el cerebro.

Las posibles ventajas cognitivas de permanecer sexualmente activo están en consonancia con los beneficios de mantener otras actividades sociales, físicas y mentales a medida que envejecemos, señalan los investigadores. Sin embargo, también hay buenas noticias para aquellos que no tienen una vida sexual activa: los participantes del estudio obtuvieron puntajes similares en las pruebas de atención, memoria y lenguaje, independientemente de si participaron o no en la actividad sexual y con qué frecuencia.