El hambre real es impulsado por diferentes sistemas biológicos en su cuerpo. En su cerebro, las señales de hambre y plenitud provienen de dos centros nerviosos dentro del hipotálamo que ayudan a controlar la conducta alimentaria: el hipotálamo lateral y el hipotálamo ventromedial. El hipotálamo lateral responde a cualquier estimulación interna o externa que le cause hambre. Una vez que ha comido, el hipotálamo ventromedial envía señales que le indican cuándo se siente lleno y si ha comido suficiente.
Para desarrollar tus habilidades de comer intuitivas, es importante escuchar ambas. Así es como funciona:
Tienes hambre ->
Comes. ->
Su nivel de azúcar en la sangre aumenta. ->
El centro de alimentación en su cerebro (el hipotálamo ventromedial) es estimulado. ->
Te sientes lleno ->
Dejas de comer ->
Su azúcar en la sangre baja ->
El centro de alimentación en su cerebro (el hipotálamo lateral) se estimula ->
y el ciclo continúa
Su cerebro trabaja con su estómago, lo que contribuye a la sensación de plenitud al usar lo que se llama "memoria muscular". La pared del estómago está acostumbrada a contener cierta cantidad de alimento antes de que se disperse lo suficiente como para enviar señales de plenitud a su cerebro. Cuando comes, tu estómago espera ser llenado por esa misma cantidad de comida. Si intenta romper el hábito de comer en exceso, querrá volver a entrenar la memoria muscular de su estómago para que pueda enviar señales de "estoy lleno" a su cerebro mucho más rápidamente, cuando haya menos comida en su estómago. Usted hace esto aprendiendo a mantenerse alejado de los extremos del hambre voraz y la plenitud incómoda. Coma cuando comience a sentir hambre y deje de comer cuando se sienta cómodamente satisfecho, justo antes de sentirse completamente satisfecho.
Cuando estés realmente hambriento, comenzarás a obtener señales de hambre reconocibles, como una sensación adolorida, vacía o refunfuños en el estómago. Si espera demasiado para comer, puede tener dolor de cabeza o sentirse débil, cansado o mareado. Para la mayoría de las personas, el mejor consejo es comer comidas balanceadas cada vez que comiences a sentirte realmente hambriento, pero con no más de cuatro horas de diferencia.
Lleva tiempo, y es solo una de las muchas herramientas importantes para el mantenimiento del peso, pero cuando practicas este tipo de alimentación consciente o intuitiva, permites que los sistemas reguladores incorporados en el cerebro y el estómago vuelvan a sus ritmos naturales y vuelvan a conectar con la capacidad innata de tu cuerpo para mantener un peso saludable.