Tratamiento convencional del trastorno bipolar

Los medicamentos, la estimulación magnética transcraneal y la psicoterapia son beneficiosos.

Tratamiento convencional del trastorno bipolar

Esta publicación se ofrece como una descripción concisa de los enfoques psiquiátricos convencionales para el tratamiento del trastorno bipolar. Las publicaciones futuras revisarán la evidencia de terapias complementarias y alternativas para este trastorno.

Medicamentos y estimulación magnética transcraneal (TMS)

La Asociación Americana de Psiquiatría respalda el uso de diferentes agentes farmacológicos convencionales, incluidos los estabilizadores del estado de ánimo (p. Ej., Carbonato de litio y valproato), antidepresivos, antipsicóticos y sedantes-hipnóticos, para tratar el trastorno bipolar. Los antipsicóticos se usan para tratar la agitación y la psicosis, que ocurren con frecuencia en la manía aguda. Los hipnóticos sedantes se recetan para el insomnio severo que con frecuencia acompaña a la manía, así como para el manejo diurno de la agitación y la ansiedad. Aunque los antidepresivos no se consideran un tratamiento de primera línea del trastorno bipolar y pueden poner en riesgo la “inducción de la manía”, un porcentaje significativo de pacientes bipolares debe depender de los antidepresivos para controlar los cambios de humor depresivos.

La estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS) es un tratamiento emergente tanto de la fase maníaca aguda como de la fase depresiva del trastorno bipolar y no presenta riesgo de inducción de la manía; sin embargo, los hallazgos de los ensayos controlados hasta la fecha son altamente inconsistentes. La manía asociada a la psicosis se aborda de manera diferente a un episodio mixto que incluye síntomas maníacos y depresivos. Los antipsicóticos son tratamientos de primera línea apropiados para las alucinaciones auditivas que ocurren durante un episodio maníaco agudo, mientras que los episodios mixtos a menudo se manejan usando una combinación de dos estabilizadores del estado de ánimo o un estabilizador del estado de ánimo y antipsicótico.

Psicoterapia e intervenciones psicosociales

La psicoterapia y las intervenciones psicosociales en pacientes bipolares estables pueden reducir potencialmente el riesgo de recaída al proporcionar apoyo psicológico, mejorar la adherencia a la medicación y ayudar a los pacientes a abordar los signos de advertencia de episodios depresivos o maníacos recurrentes antes de que aparezcan síntomas más graves. Una revisión de estudios aleatorizados sobre psicoterapia e intervenciones psicosociales en combinación con medicamentos en pacientes bipolares concluyó que la psicoterapia adyuvante reduce la gravedad de los síntomas y mejora el funcionamiento. La terapia familiar y la terapia interpersonal fueron más efectivas para prevenir las recaídas cuando comenzaron después de un episodio maníaco o depresivo agudo. La terapia cognitivo-conductual y la psicoeducación en grupo fueron estrategias efectivas para la prevención de recaídas cuando se inició durante periodos estables. Las psicoterapias e intervenciones psicosociales que enfatizan la adherencia a la medicación y el reconocimiento precoz de los síntomas del estado de ánimo fueron más efectivas para prevenir las recurrencias de la manía, y los enfoques cognitivos e interpersonales tuvieron mayor éxito en la prevención de las recaídas depresivas.

Una intervención psicológica especializada llamada “prevención mejorada de recaídas” tiene como objetivo reconocer y controlar los signos de alerta temprana de episodios depresivos o maníacos mejorando la comprensión de los pacientes sobre el trastorno bipolar, mejorando las relaciones terapeuta-paciente y optimizando el tratamiento en curso. Un estudio que utilizó entrevistas cualitativas encontró que tanto los terapeutas como sus pacientes bipolares creen que una mayor prevención de recaídas aumenta la conciencia de los signos tempranos de la enfermedad recurrente, lo que lleva a cambios efectivos en el manejo de medicamentos y menos recaídas.