Características delictivas reveladas en cinco minutos

Una breve viñeta revela el carácter criminal.

Escuchado a bordo de un tranvía de Miami Beach Collins Avenue.

Conductor: “¿Has oído hablar de la niña de cuatro años que fue asesinada a balazos?
Pasajero (incrédulo): “No, ¿qué pasó?”
Conductor: “El tío de la niña tuvo una discusión con su hermana. Se intensificó, y sacó un arma. En lugar de dispararle a su hermana, le disparó al niño de cuatro años.
Pasajero (tristemente): “Y esa niña nunca tuvo la oportunidad de hacer nada, ni siquiera ir a la escuela”.
Conductor: “Esto es tan horrible. Ella no tenía una vida “.
Pasajero: “¿Te imaginas enfadarte tanto como para dispararle a una mujer?”
Conductor: “No, podrías golpear a una mujer, pero no dispararle”. Nunca me enojaría tanto como para dispararle a una mujer “.
Pasajero: “Ese tipo irá a la cárcel por el resto de su vida”.
Conductor: “La cárcel es un mal lugar. Te dicen qué hacer todo el tiempo, y hay peleas. Lo sé. Pasé un tiempo en la cárcel “.

Entonces, ¿qué revela el conductor del tranvía sobre sí mismo? Una revelación es que ha sido condenado por un crimen. No sabemos lo que era En segundo lugar, ha experimentado de primera mano las desagradables consecuencias de su comportamiento ilegal: ir a la cárcel y todo lo que conlleva. Finalmente, sus declaraciones sugieren que la cárcel podría no ser un impedimento futuro para él. Él condena al agresor de la madre que resultó ser el asesino accidental del niño de cuatro años. Aunque el conductor del tranvía indica que no puede entender el asesinato de una mujer, cree que agredirla sería comprensible si se volviera “lo suficientemente loco”.

Esta viñeta destaca varias características de la mentalidad de muchos delincuentes:
* Indignados por un crimen que creen que nunca cometerán;
* La aceptabilidad de un crimen que creen que pueden cometer.
* A pesar del conocimiento de lo correcto y lo incorrecto, su evaluación de lo que es “correcto” dependería de las circunstancias del momento.
* La capacidad y la inclinación de desconectarse de su consideración de pensamiento de la experiencia previa (en este caso, la cárcel), con sus consecuencias indeseables.

Otro pasajero que se bajaba del tranvía comentó amablemente: “No salga de la cárcel”. El conductor respondió: “Lo haré”. Pensando de la manera en que lo hace el conductor, uno no querrá apostar por ello.