Compartiendo la carga

¿Qué sucede con las relaciones cuando ocurre una enfermedad? El diagnóstico de una enfermedad crónica puede aislarlo no solo de las masas anónimas del "pozo", sino también de la persona más cercana a usted: cónyuge, padre, amigo o compañero, que también es, muy a menudo, el cuidador principal. Encontrar el camino en una pareja cuando una pareja está enferma no es tarea fácil: vergüenza, enojo, miedo, desilusión, soledad; estas emociones difíciles pueden socavar a la pareja más dedicada y dedicada. Para cada persona enferma y cuidador, la fuente principal de estos sentimientos oscuros, y el principal obstáculo para una relación auténtica, es el problema de la dependencia. La dependencia puede tener sus buenos puntos: puede ser una expresión de amor para la persona que brinda la atención y una expresión de confianza para quien la recibe, pero el peligro es que distorsione la relación. Los socios pueden verse tentados a caer en papeles de stock (controlar al cuidador y al cautivo inválido, o demandar al cuidador inválido y esclavo) que convierta la relación en una lucha de poder encubierta en lugar de una interacción viva entre iguales. Una forma de mantener la relación auténtica es mantener un espacio para la normalidad, el toma y daca, puntos de vista colisionantes y una pelea refrescante ocasional. Ir de puntillas alrededor de la enfermedad puede estrechar la relación, drenándola de vitalidad, energía y placer. En After the Diagnosis , describimos a una pareja, Leslie y Ken Snow, que han descubierto una forma de enfatizar lo ordinario. Leslie tiene una serie de problemas médicos, incluida una ileostomía (una resección intestinal para tratar la colitis severa) y diabetes, sin mencionar el cáncer de mama, pero también tiene un sentido del humor irónico y la capacidad de olvidar que está enferma. Ken la acompaña al hospital cuando tiene obstrucciones y biopsias de mama, pero aparte de eso, no permiten que la enfermedad se inmiscuya en la vida cotidiana. Los dos se cuidan mutuamente: Ken les hace sopa a Leslie cuando tiene un resfriado, ella le prepara té cuando tiene uno; dividen las tareas domésticas y comparten la crianza de los niños. Cuando tenga ganas de protestar, se quejará, oh, me duele la cadera, me duele el diente, me duele el aparato. Su dispositivo de ileostomía es solo una cosa más en la lista. Y no sacan golpes cuando están enojados el uno con el otro: tienen una buena pelea pasada de moda, y luego el aire se despeja. ¿La leccion? No dejes que la enfermedad ejecute el programa. Continúen siendo ustedes mismos, para tener expectativas el uno del otro, incluso para tener fricción. Las colisiones son una fuente de vitalidad, de autenticidad, de nuevos aprendizajes. Permita que su relación crezca, incluso "después del diagnóstico".