El antinarcisista: nuestro verdadero héroe

El Sargento del Estado Mayor Salvatore Giunta corrió hacia los disparos en un campo de batalla en Afganistán, defendiéndose de los combatientes talibanes que atacaron su unidad. Le dispararon dos veces. Pero cuando vio a dos talibanes que arrastraban a un soldado herido, los ahuyentó e intentó salvar a su amigo. Hoy, Giunta, de 25 años, se convirtió en el primer receptor vivo de la Medalla de Honor desde 1976 para, como lo expresó en su declaración oficial, su "extraordinaria valentía".

Giunta, sin embargo, ve las cosas de manera diferente. "En este trabajo, soy mediocre. Soy promedio. Esta fue una situación en la que nos pusieron. Solo tuve un pincelada en esa imagen, y todos los demás fueron un pincelada en esa imagen. Y aunque no fue el primer trazo de pincel de esa imagen, y no fue el último trazo de pincel en esa imagen, y no fue el mejor, fue solo otro pincelada que ayudó a completar esta imagen ".

Giunta dice que hizo lo que cualquier soldado haría. En sus comentarios después de recibir la medalla, acreditó a todos los soldados que han servido en Irak y Afganistán. Cuando se enteró de que recibiría la Medalla, dijo que se sentía "perdido" y "enojado". "Es algo grandioso", dijo Giunta a CNN. "Pero es algo grandioso que se ha convertido en una pérdida personal para mí y para muchas otras familias".

No hay duda de que el sargento del personal Giunta fue valiente y valiente en la batalla. Sin embargo, lo que más me impresiona es su completa humildad. En esta era narcisista, a menudo prestamos atención a aquellos que anuncian su gloria y se atribuyen todo el mérito. Prométete, proclama tus logros y el éxito seguirá. En cambio, Giunta dice que no hizo nada extraordinario y le da crédito a sus compañeros soldados. Él es un brillante ejemplo del verdadero valor de la humildad, el concepto más cercano que nuestro lenguaje tiene para lo opuesto al narcisismo. La autopromoción es un pobre sustituto de la clase real, y las palabras de Giunta demuestran un carácter más verdadero que la mayoría de nuestras celebridades recientes juntas.

Los estadounidenses suelen suponer que las personas exitosas son narcisistas o, al menos, que tienen una fe extraordinaria en sí mismas y en sus habilidades. Sgt. Giunta es un vívido ejemplo de lo contrario: su humildad y trabajo en equipo lo convierten en una mercancía muy rara en las figuras públicas de hoy: un verdadero héroe.