Una docena de formas en que puede ayudar a alguien en recuperación

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Fuente: Jakub Zak / Shutterstock

Si usted es un amigo o un miembro de la familia de alguien en recuperación de una enfermedad mental o adicción, es posible que desee saber qué puede hacer para apoyar a su ser querido. Desea ser útil y comprensivo, pero es posible que no sepa qué cosas específicas puede hacer.

Aquí hay una docena de opciones diferentes para considerar. El viaje de recuperación de cada individuo será diferente, por lo que algunas de estas sugerencias serán más útiles que otras. Aunque estas ideas provienen de mi trabajo con personas con enfermedades mentales y adicciones, la mayoría debería funcionar igual de bien para otros problemas, como la recuperación relacionada con la pena, la pérdida o la enfermedad.

1. Diga que quiere ayudar.

A veces, una persona en recuperación le pedirá ayuda directamente. Si es así, eso es genial. Pero a menudo pueden tener miedo o avergonzarse de pedir ayuda. Si ese es el caso, adelante y haga el primer movimiento. Haga una declaración clara de que quiere ayudar. Mantenlo simple; solo di: "Quiero decirte que estoy aquí para ayudar de cualquier manera que pueda".

2. Discuta cómo puede ayudar.

Después de haber dejado en claro que desea ayudar y la persona es receptiva, considere formas específicas en que puede proporcionar asistencia. Hable con ellos acerca de sus necesidades y expectativas. La "ayuda" puede significar muchas cosas diferentes, desde escuchar el oído o un hombro hasta llorar en tareas específicas, como dar recordatorios para tomar medicamentos o llevar al médico. Llegue a un acuerdo sobre su función y los tipos de cosas que ambos acuerdan son razonables.

3. Estar disponible.

Mantengase en contacto regularmente. Por lo general, es útil establecer un cronograma de la frecuencia con la que se registrará por teléfono o en persona. Si ha aceptado estar disponible 24/7, cumpla con esa promesa. También es útil tener un plan de respaldo para contactar a otra persona en caso de que no pueda responder de inmediato.

4. Aprende más sobre la recuperación.

Al igual que con los esfuerzos más valiosos, será más efectivo si está mejor informado. Busque recursos de salud mental de buena reputación para aprender más sobre los problemas específicos de la persona y las formas de promover la recuperación.

5. Dé comentarios honestos.

Pide permiso para ofrecer comentarios honestos. Una vez que se otorga esta aprobación, no tema ofrecer comentarios regularmente. Manténgalo positivo al proporcionar estímulo frecuente y abundantes elogios para el progreso hacia un objetivo específico. Ofrezca comentarios constructivos y de apoyo y sugerencias sobre cosas que no le irán bien para ayudar a que la persona vuelva a encarrilarse.

6. Fomenta la responsabilidad.

Recuerde que no puede recuperarse para otra persona. Si bien puede ofrecer apoyo, educación y asesoramiento, conservan la responsabilidad principal de su propia recuperación y de trabajar para alcanzar sus metas identificadas. A veces es un equilibrio delicado, pero no rescates ni habilites a la persona asumiendo cosas que debería manejar por sí mismo. Sigan ofreciendo suaves recordatorios de que ellos (y no usted) están a cargo de sus vidas.

7. Facilite otros apoyos.

Un buen plan de recuperación incluye múltiples apoyos, por lo que no debería ser el único que ayuda a la persona. Pueden tener un terapeuta y / o prescriptor, un grupo de apoyo y acceso a servicios de apoyo entre iguales, lo que implica trabajar con otros también en recuperación. Ayude a la persona a mantenerse conectada con todos estos miembros vitales de su equipo de soporte. A menudo puede ser beneficioso comunicarse con estos otros partidarios, pero solo si la persona a la que está asistiendo le permite explícitamente hacerlo.

8. Promueva elecciones saludables.

La recuperación debe tener un enfoque holístico, que incluye la nutrición de la mente, el cuerpo y el espíritu. Con este fin, ayude a la persona a recordar tomar decisiones sobre un estilo de vida saludable. Estos generalmente incluyen una dieta balanceada, actividad física, sueño adecuado, interacciones sociales, exámenes de salud regulares, participación en una comunidad de fe y participación en actividades placenteras.

9. Enfócate en la persona, no en la enfermedad.

En las primeras etapas de la recuperación, la enfermedad de la persona puede ser abrumadora, por lo que es difícil para ellos recordar todas sus otras fortalezas personales únicas. A medida que avanza la recuperación, es importante ayudarlos a recuperar los talentos, los pasatiempos, los intereses, las metas y los sueños que pudieron haber dejado de lado debido a su enfermedad. Eventualmente, la enfermedad debe verse como solo una parte de lo que son, y no como lo que los define como persona.

10. No te rindas.

El camino de la recuperación puede ser largo, desafiante, plagado de muchos reveses y, a menudo, desalentador. Esto puede ser agotador tanto para usted como para la persona en recuperación. Es fundamental no darse por vencido. Sigue avanzando lentamente y piensa en el camino hacia la recuperación como un maratón de larga distancia y no un sprint de 100 metros. Como aprendimos de la fábula de la tortuga y la liebre, "lento y constante gana la carrera".

11. Busque ayuda profesional cuando sea necesario.

No tiene que ser un profesional de la salud mental capacitado para ayudar a alguien en recuperación. Por otro lado, hay momentos en que la ayuda de profesionales capacitados es absolutamente necesaria. Estas situaciones incluyen principalmente el riesgo inmediato de daño a sí mismo o a los demás, o los momentos en que la persona ya no es capaz de cuidar adecuadamente sus propias necesidades básicas de supervivencia. En estos casos, no dude en tomar medidas para asegurarse de que la persona sea evaluada rápidamente por un profesional. Puedes literalmente salvar una vida.

12. Cuídate a ti mismo.

No puede ser un ayudante totalmente efectivo para otra persona si no se está cuidando primero. El "estrés del cuidador" es el efecto bien documentado de sentirse abrumado por el estrés a largo plazo asociado con el cuidado de otra persona. Haga arreglos para los descansos de las responsabilidades de cuidado prolongado para que pueda recargar sus propias baterías. Considere la posibilidad de obtener apoyo adicional, como servicios de salud en el hogar o recursos similares, si las demandas exceden sus capacidades.

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