Los mejores padres tienen testículos más pequeños

¿Por qué algunos hombres hacen padres pésimos? Los niños necesitan que sus padres se inviertan en su desarrollo, sin embargo, algunos padres eligen alejarse. ¿Por qué estos hombres toman esa decisión? Un grupo de neurocientíficos inquisitivos en la Universidad de Emory en Atlanta quería saber. En un artículo reciente publicado en la prestigiosa revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, se investigaron las cualidades de los padres humanos con respecto al comportamiento paterno de crianza y algunos factores biológicos importantes, como los niveles de testosterona, la actividad cerebral y el volumen testicular.

En los últimos cincuenta años, la ausencia del padre ha aumentado dramáticamente. Una influyente teoría evolutiva, conocida como la Teoría de la Historia de la Vida, sugiere que existe una relación de compromiso entre el esfuerzo realizado en la crianza de los hijos y el apareamiento. Esencialmente, esta teoría establece que, dado que solo tenemos una cantidad limitada de energía para dedicarnos al apareamiento o a la crianza de los hijos, vamos a ser realmente buenos haciendo solo uno de ellos. Sé que esto suena contrario a la intuición, pero hay numerosos ejemplos que se han documentado en todo el reino animal, incluidos los humanos. Los investigadores de la Universidad de Emory querían determinar si había características funcionales del cuerpo y del cerebro que pudieran explicar por qué los hombres toman decisiones específicas con respecto a la crianza de los hijos.

Tener mucha testosterona tiende a inducir a los machos a aparearse, pero gasta menos esfuerzo criando a sus hijos. En los humanos, tener bajos niveles de testosterona generalmente conduce a una disminución de la libido y menos éxito en el apareamiento. Los hombres casados ​​que tienen niveles altos de testosterona tienden a divorciarse más a menudo. En muchas especies, incluidos los humanos, los niveles de testosterona están inversamente relacionados con la participación paterna. Estos hallazgos han llevado a la suposición de que la disminución de los niveles de testosterona suprime los esfuerzos de apareamiento adicionales que conducen a un mayor énfasis en la crianza de los bebés.

El tamaño y la función testicular también están relacionados con el comportamiento de apareamiento. Con respecto a los primates, los machos monógamos tienen testículos más pequeños que los machos que viven en grupos grandes y que participan en múltiples arreglos de crianza en asociación. El tamaño testicular en algunas especies predice el éxito reproductivo y las tasas generales de cópula. La evidencia del mundo animal ha indicado que existe una relación inversa entre el tamaño testicular y el esfuerzo de crianza de los machos.

El estudio recientemente publicado involucró a 70 padres biológicos entre las edades de 21 y 55 que tenían de uno a cuatro hijos. Informaron que la inversión parental de los padres estaba inversamente relacionada con su volumen testicular. En general, los testículos más pequeños y los niveles más bajos de testosterona fueron predictores confiables de si los padres participarían en más cuidados a sus hijos. Obviamente, tenemos mucho más que entender sobre la relación de estos dos factores.

© Gary L. Wenk, Ph.D., autor de Your Brain on Food (Oxford, 2010)