Por qué y cuándo la crítica es buena

Tuve una carrera interesante en Corporate America. Primero, fue una larga carrera en el negocio de la belleza y luego fue en Wall Street. Si bien las culturas eran, por supuesto, muy diferentes en cada extremo de ese espectro, siempre me pareció desconcertante que la gente en general se resistiera y tuviera miedo de los comentarios. A menudo me preguntaba dónde estaba el problema. ¿La organización no tenía los mecanismos establecidos para moldear el comportamiento? ¿O los gerentes carecían del tipo de habilidades que necesitaban para ofrecer información directa y honesta a sus compañeros de trabajo? Con experiencia, aprendí que era una combinación de ambos. Curiosamente, aunque las organizaciones tienen el poder de cambiarlo, es poder que no usan.

Por qué no?

¿En una palabra? Miedo. Y a medida que el miedo puede impedir que las personas administren sus equipos a través del uso de comentarios, también puede afectar las decisiones del liderazgo cuando se trata de construir infraestructura en torno al desarrollo del desempeño. Si los ejecutivos en la cima no se sienten cómodos comunicándose con franqueza, no hay esperanza de que los programas se implementen para ayudar a la organización a mejorar el intercambio de información que se considera negativa, aunque esta es la misma que es crítica para mejorar el desempeño individual. En cambio, los empleados existen en una burbuja, sin saber o entender lo que deben hacer, y no hacer, para tener éxito.

Antes de que comenzara mi carrera profesional, pasé mi vida entrenando para convertirme en bailarina. En ese proceso, confié fuertemente en los comentarios de mis profesores. A veces fue brutal. Algunos, estoy seguro, incluso dirían que fue cruel. Pero lo que significaba para aquellos de nosotros que estábamos estudiando era que sin las correcciones, sin que nos dijeran lo que estábamos haciendo mal, no había forma de que lo hiciéramos bien. En ese entorno, ser llamado a cometer errores fue reconocer la oportunidad de desarrollarse y aprender. Es un modelo que vale la pena probar en la fuerza de trabajo.

Ahora, me doy cuenta en los negocios que no todos quieren verte triunfar y que hay gerentes que no están calificados para estar en sus trabajos. Pero eso no significa que no puedas cambiar tu actitud acerca de la crítica de todos modos. No es algo malo

Necesitamos un cambio de paradigma que funcione bajo el supuesto de que la gente quiere sobresalir. Por lo tanto, los gerentes también deben rendir cuentas como maestros. Sin embargo, esto también implica que los adultos tienen la piel lo suficientemente gruesa como para saber que pueden ser menos que perfectos. Al ego humano no le gusta esta información, aunque sea verdad. Pero sin retroalimentación abierta y honesta, los empleados se quedan en la oscuridad, ciegos a las cosas que pueden estar frenando.

Por supuesto, esto supone que la respuesta es lúcida, no contaminada y objetiva. Como todo lo demás, debes considerar la fuente. Pero, mientras tanto, en lugar de pensar que es algo malo, temido y negativo, piense en escuchar la crítica como una forma de conciencia que no debe temerse.

Espero que te unas a mi en Facebook