¡Sé intolerante a la intolerancia!

Es verdad. No debemos tolerar la intolerancia. Deberíamos cortarlo de raíz, establecer límites claros.

Si toleramos la intolerancia, se difunde: racismo, sexismo, prejuicios de todo tipo, prejuicio, negatividad, intolerancia, facciones enfrentadas y luchando: derecha contra izquierda, este fundamentalismo contra eso.

Un ojo por ojo solo deja ciego al mundo entero.

Para lograr una mayor armonía, todos debemos ser tolerantes. Sin excepciones. Amar, escuchar, cuidar el uno al otro, respetando las opiniones de los demás, sean lo que sean.

Tenemos que acabar con la intolerancia.

Espero que escuchen la hipocresía, y espero que también suene cierto porque es, ambos lados, la necesidad de ser tolerante y la necesidad de ser intolerante.

Me encantan las palabras populares de sabiduría de dos caras. Hay muchos de ellos:

No seas negativo ("no" es negativo)

No debe juzgar ("no debería" es un juicio)

Comprométete con la flexibilidad

Los amo porque son graciosos, y es divertido ver a la gente pronunciarlos con singular seriedad, sin darse cuenta de que están hablando por ambos lados de sus bocas.

También los amo porque hablar con los dos lados de la boca es en realidad el reflejo más fiel del vínculo en el que todos estamos.

La tolerancia, el amor y la aceptación no son siempre la respuesta. Tampoco son sus opuestos: Intolerancia, manteniendo altos estándares, trazando límites claros.

Cuando nos enfrentamos a la hipocresía directamente nos señala la pregunta práctica más verdadera, no si ser tolerantes o intolerantes, sino cuándo ser cuál? Qué tolerar; ¿Qué no tolerar?

Las personas que no se dan cuenta de la hipocresía no aprecian el vínculo en el que todos estamos y se deshacen de la holgura desmesurada. En el mejor de los casos, manejan el vínculo de forma inepta, egoístamente en el peor de los casos, diciéndole a la gente que no critiquen cuando se los critica y que no se dan cuenta de que están criticando a los demás.

Hablar de verdades hipócritas como si no fueran hipócritas es licencia para hacer lo que uno quiera. Si uno no puede ver la inconsistencia cuando las palabras están colocadas una al lado de la otra, significa que uno está dispuesto a definir las palabras de la manera que uno quiera, con mayor frecuencia de manera egoísta. Pensar que eres consecuente al decir "ser intolerante con la intolerancia" dificulta el crecimiento al manejar el vínculo. Aquellos que no ven la hipocresía y el vínculo que implica para todos nosotros son de los que se dedican al juego de palabras para dejar de lado cualquier momento que quieran:

No soy intolerante. Odio la intolerancia Estoy diciendo lo que pienso.

No estás expresando tu opinión, me estás juzgando.

Esa clase de cosas.

Creo que los dilemas morales son mucho más fundamentales que los principios morales. Es por eso que amo estas verdades hipócritas. Son los koans para vivir. Mantienen los dilemas a la vanguardia de nuestras mentes donde podemos tratarlos de la mejor manera posible.

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