Trastorno límite de la personalidad en la adolescencia

Hasta hace pocos años, muchos médicos evitaban ofrecer el diagnóstico de Trastorno Límite de Personalidad (TLP) para adolescentes. Como el TLP se considera un diagnóstico más generalizado y persistente, parecía prematuro etiquetar a los adolescentes con un trastorno de la personalidad potencialmente estigmatizante, ya que sus personalidades aún se están formando. Además, las características del TLP son similares a las de las luchas típicas de los adolescentes: sensación inestable de identidad, malhumor, impulsividad, relaciones interpersonales tensas, etc. Por lo tanto, muchos terapeutas dudaron en distinguir los rasgos limítrofes de la normalidad. Pero se pueden hacer distinciones. Un adolescente enojado puede gritar y cerrar puertas. Un adolescente fronterizo arrojará una lámpara a través de la ventana, se cortará a sí mismo y huirá. Después de una ruptura romántica, un adolescente típico llorará la pérdida y recurrirá a sus amigos para consolarlos. Un adolescente fronterizo puede aislarse con sentimientos de desesperanza y actuar sobre sentimientos suicidas.

Muchos terapeutas infantiles reconocen las dimensiones distintivas del TLP en la infancia y la adolescencia. Un estudio de adultos jóvenes 1 indicó que los síntomas de TLP eran más graves y constantes entre los 14 y los 17 años, y luego disminuían con el paso de los años hasta mediados de los 20. Desafortunadamente, los síntomas psiquiátricos en adolescentes pueden minimizarse o camuflarse por otros problemas más flagrantes, como la depresión, la ansiedad o el abuso de sustancias. Cuando el BPD complica otra enfermedad, como suele ser el caso, el pronóstico se vuelve más cauteloso. En todas las enfermedades médicas, y especialmente en los trastornos psiquiátricos, la intervención temprana es importante. Se han adaptado varios modelos psicoterapéuticos para su utilización con adolescentes, entre los que se incluyen, de forma destacada, la Terapia Dialéctica Conductual y la Terapia Basada en la Mentalización. Los medicamentos generalmente no han resultado útiles, excepto para el tratamiento de enfermedades colaterales, como la depresión.

La investigación sugiere que los síntomas de TLP en la adolescencia están menos anclados y pueden responder de manera más robusta a la intervención. 2 En años posteriores, las características límite pueden estar más arraigadas. Por lo tanto, este es un período crítico para iniciar el tratamiento.