Asustado por Japón

Manteniéndolo en perspectiva

El terremoto y el tsunami en Japón pueden no tener tanto impacto económico en el mundo como lo temíamos. "A nivel mundial, Japón probablemente será un obstáculo de crecimiento", dice The Wall Street Journal. Por otro lado, muchos de nosotros estamos reaccionando a un nivel más personal, tambaleándonos por la sensación de desastre impredecible, que nos trajeron miles de fotos y videos.

Como importamos desde Japón mucho más de lo que exportamos, es probable que la tragedia afecte al suministro de bienes de consumo, escasez que con el tiempo podría compensarse con creces por otras fuentes. Es difícil para ellos, muy, muy difícil tanto desde el punto de vista económico como personal. "Pero en ausencia de un desastre nuclear, no debería ser razón para que los inversionistas se aterroricen", concluye el Journal. (Ver, "Los mercados juzgan mal el riesgo de Japón").

Sin embargo, los inversores están mostrando una gran ansiedad e inseguridad. La "confianza del inversor" está cayendo en picado en los mercados de todo el mundo.

Eso es porque todos somos más humanos que lo contrario. Vemos nuestro propio destino en el de los demás, y es difícil mantener esa capacidad humana dentro de los límites. Es nuestra credibilidad como especie que reaccionamos de esa manera, y que como resultado de esa empatía enviaremos ayuda humanitaria a Japón. Y, sin embargo, debemos ser conscientes de dónde están los riesgos reales y dónde no.

Los comerciantes profesionales en Wall Street se beneficiarán de la sobrerreacción emocional de la mayoría de los inversores que tiemblan frente a un desastre humano. Y probablemente terminen beneficiándose a costa del resto de nosotros que nos identificamos demasiado y reaccionamos demasiado rápido.